Beltrán Puente garantiza que paga religiosamente 600 euros anuales para poder instalar una terraza de sólo tres mesas frente a su local de la calle Campomanes, pero desde hace unos días no puede hacerlo porque han abierto una zanja justo delante de su puerta. La terraza no es muy grande, pero por el verano se convierte en un impulso importante para el negocio, por lo que el hostelero está que echa chispas. "Son obras de una empresa de suministro eléctrico, pero el Ayuntamiento es el que les concede el permiso para levantar el suelo sin pensar en nosotros", afirma.

Puente sostiene que el Consistorio ni siquiera le puso sobre aviso del inicio de las obras. "No lo sabíamos y nos encontramos con ello de repente. Encima llamamos al Ayuntamiento y no nos hacen ni caso. Primero te dan mil vueltas para conseguir la terraza, después te cobran puntualmente, eso sí, pero se permiten el lujo de dejarte sin las mesas sin que podamos hacer nada", explica el propietario del local afectado.

"Si llegamos a saber que se iban a hacer estas obras igual habríamos cogido ahora las vacaciones y no en septiembre. Nosotros tenemos derecho a saber lo que va a pasar en un espacio por el que estamos pagando y que es muy importante para el negocio en esta época del año", asegura Beltrán Puente. "Alguien tiene que responder por esto para que no seamos nosotros los que paguemos el pato", subraya el hostelero.