A primera hora de la mañana de ayer, con la resaca de las fiestas, comenzó la recogida de los chiringuitos de San Mateo. El buen tiempo que reinó durante los días de celebraciones dejó paso a una jornada tristona, de cielo encapotado y con chubascos esporádicos, y con temperaturas algo más bajas que en días precedentes. En la fotografía superior, la plaza de Porlier, donde se concentra el mayor número de chiringuitos, ayer, durante los trabajos de desmontaje.