La merma en la actividad ganadera está acabando con los caminos históricos del río Dobra. Así de tajante se mostró ayer en el Calatrava el doctor en Derecho y graduado social Francisco Ballesteros durante su ponencia en la XV Semana de Montañismo "Ciudad de Oviedo". El autor de varios libros sobre los Picos de Europa achacó el abandono de los senderos situados en el entorno de la cuenca fluvial a la progresiva desaparición del sector primario y culpó en parte de la pérdida de ese legado histórico a las autoridades competentes.

Ballesteros comenzó su exposición explicando el origen eslavo del nombre del río Dobra frente a la etimología de raíz latina de otros ríos de la zona como el Sella. "Los dóberos eran un pueblo que ya participó en la guerra de Troya y que posteriormente fueron enviados a luchar contra los astures", indicó, datando las batallas que posteriormente dieron lugar al nombre del río en el año 26 antes de Cristo.

El también entusiasta del montañismo y de la escalada en los Picos destacó el acondicionamiento de senderos y cuevas durante siglos en torno al río para la actividad ganadera, "mayoritariamente de ovejas y cabras, pero también de vacas", a pesar de la verticalidad de la garganta.

Del mismo modo, lamentó la pérdida de dicho legado ganadero debido a la progresiva merma del sector primario. "Con la pérdida de la ganadería se están perdiendo los caminos históricos del Dobra", indicó el jurista durante la proyección de imágenes de media docena de dichas vías, en peligro de desaparición, en parte, opina, por culpa de la Administración. "El Parque Nacional está colaborando en su desaparición por su inacción", alertó.