"Nadie nos ha dicho nada y esperamos que al menos respeten los contratos". Los comercios que continúan activos y sin ultimátum por parte de la gerencia del centro comercial del Calatrava todavía confían en que los planes de los nuevos dueños de reenfocar el negocio no afecten a su actividad regular.
Aunque en las últimas semanas varias marcas recibieron comunicaciones con diferentes fechas límite para abandonar sus instalaciones, también es cierto que todavía existen trabajadores a los que sus empresas les aseguran que, de momento, no han recibido comunicación alguna por parte de los responsables del complejo comercial. "No sabemos absolutamente nada y hay mucho secretismo", indica la empleada de una tienda temerosa por su futuro laboral.
De momento, la multinacional irlandesa Primark, que actualmente es el principal reclamo del centro, ya ha comunicado a sus trabajadores que deberá abandonar el Calatrava el próximo 31 de marzo, aunque se compromete a recolocarlos en otras tiendas de la cadena en la región. Otra de las grandes firmas de ropa también dejará su espacio a finales de marzo. Además, al menos otros tres establecimientos conocen que deberán cesar su actividad en el complejo entre los meses de enero y febrero, incluso antes de vencer sus contratos.
También hay trabajadores de otras tiendas cuyas empresas les comunicaron que la gerencia les estaba invitando a marcharse. "Nos dijeron que les advertían que entre marzo y abril el centro se quedaría prácticamente desierto", indican dos trabajadoras de una tienda de ropa.
