Propuestas singulares para la cocina de estas Navidades, todas ellas de calidad y fáciles de preparar, y que sirvan además para romper con los menús tradicionales de estas fechas tan familiares. Y además, sin salirse de un presupuesto comedido.
Este es el objetivo del taller de cocina que el Club Montealegre inició el pasado jueves y que hoy termina con la elaboración del plato estrella: solomillo Wellington. Un condumio que tiene fama de complejo pero que la cocinera, Licet Rubio, asegura que está al alcance de cualquier ama de casa.
Ella fue la encargada de dar los secretos de su elaboración. Eso sí, con un toque asturiano haciendo un guiño al cachopo al incluir queso y panceta. De estos dos últimos ingredientes se puede prescindir. Es cuestión de gustos o ganas de innovar. "Lo primero, un buen hojaldre. Después, solomillo de ternera asturiana; queso ahumado y panceta de cerdo asturcelta. Se pinta el hojaldre con huevo batido y al horno quince minutos".
Pero antes, los entrantes fríos y calientes. De ellos se encargó el cocinero Edén Jiménez que es el coordinador de este taller. Empezamos por un gofre de patata que incluye huevo batido, harina, queso parmentier y pimienta. Encima salmón ahumado, carpaccio de bacalao ahumado, y una versión de puré de patatas con pulpo forman parte de los entrantes. "Lo que pretendemos es confeccionar un buen menú, de mucha calidad, y a un precio razonable", añadió Edén Jiménez al tiempo que puntualizaba que, al final, las amas de casa pueden modificar todos estos platos según sus preferencias. "Ellas son las verdaderas cocineras y las que mejor conocen los gustos de sus familias. Nosotros les damos unas recetas que pueden cambiar según su criterio".
Después llegaron las cocas de sardina, un tataki de salmón ahumado y un carpaccio de bacalao ahumado. Productos que se pueden conseguir en la mayoría de los supermercados.
Susi Torres es la entusiasta dinamizadora de este taller que se viene realizando desde hace cuatro décadas. Empezaron en la casa que tenía Montealegre en la calle del Prado Picón. "Ejerzo de madre y me gusta mucho la cocina, y por eso me impliqué en estos talleres que pueden aportar mucho a la gastronomía familiar con nuevos platos pero sin demasiadas sofisticaciones, y eso sí, a un precio razonable". Para ella es fundamental que las familias aprendan a sacarle partido a todo lo que queda en la nevera, que con un poco de imaginación se pueden hacer platos muy apetitosos.
Unos talleres a los que cada año acuden más mujeres que comprenden la importancia de la cocina para una familia. En este último casi medio centenar de cocineras del hogar que podrían estar por méritos propios en el programa televisivo de "Mastercheff" tomaron buena nota de todas las recetas.
