La lluvia, tradición meteorológica asturiana, no aguó la fiesta de la tradición cultural asturiana que se celebró ayer, a las 13.00 horas, en la plaza del Ayuntamiento con motivo del final, por este año, del programa de folclore en la calle. Once grupos de baile y siete bandas de gaitas repasaron la música y la danza del Paraíso para disfrute de locales y foráneos. Los primeros acompañaban bailes y cantares y los segundos se los guardaban en la tarjeta de memoria de su teléfono móvil para revivirlo de vuelta a casa con familiares y amigos.

En estos, en los turistas, se fijó el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, que aseguró el apoyo al programa en los próximos años "porque es una fuente de atracción turística".

Si todos los fines de semana, de primavera a otoño, el folclore tradicional toma las calles y plaza de la ciudad, nada mejor que una mañana de noviembre para celebrarlo y poner punto final a un programa que cumple doce ediciones y que busca acercar la tradición asturiana al público y al mismo tiempo sirve para financiar la actividad de los grupos de baile y las bandas de gaitas. Este año el Ayuntamiento ha invertido un total de 143.480 euros en la actividad, que, según apuntó la concejala de Festejos, la popular Covadonga Díaz, tendrá más presupuesto el próximo año.

El espectáculo de ayer congregó en la plaza del Ayuntamiento a cientos de espectadores que asistieron a una clase magistral de tradición asturiana. Como se destacó en el encuentro, muchas de esas formaciones han participado en encuentros nacionales e internacionales como el Festival Intercéltico de Lorient, en la Bretaña francesa, una de las citas ineludibles para amantes y expertos en música tradicional de Arco Atlántico. Los grupos presentaron composiciones como "Viento del Norte", "Oigo sonar una gaita"... en un repertorio tan amplio como la propia tradición del folclore asturiano. Una mañana de otoño que multiplicó el sonido de las gaitas ya habituales durante los fines de semana en el casco histórico.