Un martillo neumático perfora el suelo de parte de la plaza de la Escandalera para instalar el mástil en el que ondeará una gran bandera de España a partir del 5 de diciembre. La zona está vallada y vigilada por la Policía Nacional.

Las obras consisten en la construcción de una nueva base, adecuada para la ocasión con una pequeña zona ajardinada en la confluencia de las calles Marqués de Santa Cruz y Fruela.

Sobre esa base, de algo más de un metro, se levantará un mastil algo mayor que el que en la actualidad soportaba una cámara de tráfico en la zona. El nuevo palo medirá 25 metros de alto y de él colgará una bandera de España de 54 metros cuadrados.

La idea de la instalación de la enseña nacional, un proyecto que han llevado mano a mano el alcalde Alfredo Canteli (PP) y su socio en el gobierno local Nacho Cuesta (Ciudadanos), pretende poner a Oviedo en la misma situación que otras ciudades vecinas que en los últimos años también han instalado en lugares céntricos banderas rojigualdas. Es el caso de Santander, muy cerca del paso marítimo, y también de La Coruña, de nuevo junto al mar, aunque en esta última ocasión la idea del socialista Paco Vázquez la acabó echando por tierra un vendaval. Con un nuevo gobierno coruñés, la enseña se repuso pero acompañada, esta vez, de una bandera de Galicia.