Los agentes destinados a las patrullas de la futura Policía de barrio o de proximidad tendrán entre sus funciones la labor de cuidar de las personas mayores que viven solas en la ciudad. Al menos eso es lo que se contempla dentro de un plan específico que figura en el proyecto de despliegue de un servicio que iba a ponerse en marcha en el mes de junio y que con toda probabilidad sufrirá un retraso a consecuencia de la crisis generada por la expansión del coronavirus.

Desde la concejalía de Seguridad Ciudadana, dirigida por el popular José Ramón Prado, ya se han dado los primeros pasos para coordinar las actuaciones con el área de Políticas Sociales, capitaneada por la edil Leticia González Álvarez, que ostenta las competencias en lo relativo a familia, infancia y mayores. Ambos departamentos trabajarán en común para "detectar, valorar y registrar la situación de los destinatarios de esta acción", que son "los mayores que vivan solos y presenten un riesgo de especial vulnerabilidad, bien por carecer de familia o bien por no contar con personas que habitualmente les asistan o puedan llevar cierto control sobre su estado". El Ayuntamiento considera que estas personas están "en una situación de desamparo manifiesto en caso de sufrir cualquier percance doméstico, sin que pueda llevarse a cabo ninguna labor de asistencia o auxilio por desconocerse su situación".

Con la constitución de un censo de personas mayores que viven solas se estructurará un modelo de asistencia comunitaria que dará más protagonismo a la Policía Local en su papel de protección de los ciudadanos de mayor edad. Estas personas -siempre con carácter voluntario- podrán contar con un mecanismo de control periódico acerca de su situación con el que se pretende paliar "lo que desgraciadamente viene ocurriendo con relativa frecuencia: el hallazgo de personas mayores que fallecen en su domicilio sin que se tenga ningún posible conocimiento por parte de las instituciones". Con esta medida, se logrará también incrementar la "concienciación social" acerca de la importancia de mantener la atención sobre este colectivo, cada vez más numeroso. Los agentes de proximidad, por lo tanto, se encargarán de efectuar periódicamente visitas de seguimiento a aquellas personas mayores integradas en el programa para su tranquilidad y la de sus familias.