La Ópera de Oviedo realizará pruebas serológicas y PCR a los artistas y el equipo técnico que participa en la temporada lírica que arrancará el 6 de septiembre en el Campoamor con un programa doble compuesto por "L'heure espagnole", de Maurice Ravel, y "Les mamelles de Tirésias", de Francis Poulenc.

La medida forma parte de un plan sanitario y de seguridad más ambicioso para proteger al público y los profesionales frente al covid-19 y que incluye la instalación de alfombrillas, arcos o pistolas de toma de temperatura, desinfección y limpieza profunda de las instalaciones después de cada función, pausas más largas en los espectáculos para poder ir al baño o separación de metro y medio entre cada espectador. Además, las obras deberán adaptarse a la nueva normalidad modificando la interacción de los solistas sobre el escenario, reduciendo el coro, o -tal y como adelantó el martes LA NUEVA ESPAÑA- instalando mamparas en el foso para garantizar la seguridad de los músicos, especialmente los de viento y metal, que por las características de los instrumentos no usan mascarilla y podrían proyectar partículas de saliva.

Así se lo comunicó esta mañana parte de la junta directiva de la Fundación Ópera de Oviedo al concejal de Cultura, José Luis Costillas (Ciudadanos), durante una visita al foso del teatro Campoamor; la primera tras la renovación por cuatro años más de Juan Carlos Rodríguez-Ovejero en la presidencia de la entidad lírica. El propio Rodríguez-Ovejero junto al director de la Ópera, Celestino Varela, y el tesorero, Javier Calzadilla, mantuvieron después una reunión de trabajo con el edil para presentarle, a grandes rasgos, las nuevas medidas para la temporada operística como paso previo a entregarle la semana que viene a la Fundación Municipal de Cultura (FMC) el protocolo definitivo.

"Vamos a implementar las medidas necesarias para que el teatro sea absolutamente seguro. El Ayuntamiento nos apoya y ayuda en todo lo necesario y la colaboración es plena. Estamos muy agradecidos", explicó el presidente de la Fundación Ópera. En la misma línea, el concejal de Cultura tendió la mano a la entidad reiterando el apoyo municipal y subrayando que "lo importante es que "podamos estrenar la temporada 73.º de la Ópera con todas las medidas de seguridad". Sin embargo, ninguno de los dos aclaró qué entidad correrá con los gastos de la instalación de las mamparas y el resto de medidas sanitarias. "Aún no nos lo hemos planteado, pero las mamparas requerirán una inversión pequeña", dijo Rodríguez-Ovejero.

Varela, yendo más al detalle, explicó a modo de ejemplo que el número de coristas en la primera función se reducirá a 18 (normalmente son 53), que el coro ensayará en el escenario en lugar de en los bajos del teatro (la antigua sala CAMCO), que se aprovecharán los dos palcos del proscenio para instalar el arpa en uno y parte de la percusión en otro, que las orquestas se reducirán de 59 a 35 componentes o que el director de escena de las dos primeras producciones más "I Puritani", Emilio Sagi, adaptará los movimientos y la interacción de los personajes sin que las obras pierdan calidad. "Queremos hacer pruebas serológicas y de PCR a los profesionales y tomarles la temperatura a diario para que estén tranquilos desde el primer día", explicó el director de la Ópera de Oviedo, que además viaja esta tarde a Madrid para ver "La Traviata" en El Real y tomar nota de cómo están trabajando allí, donde representaron la ópera de Verdi el 1 de julio con el 60% del aforo y desde el lunes con el 75%.

La reducción exacta de aforo del Campoamor en septiembre dependerá de la marcha de los acontecimientos y lo que marque el Gobierno central a través de un Real Decreto, pero lo más probable es que no pueda ser del 100x100 (1.440 butacas). "Estamos pendientes de una charla con Rafael Cofiño (director de Salud Pública del Principado) para saber qué aforo habrá. Nosotros somos optimistas porque los datos de coronavirus en Asturias van a mejor y podríamos llegar al tercer título de la temporada con el aforo completo", explicó el director de la Ópera.

Por su parte, el concejal de Cultura aclaró que, cuando todos los teatros y escenarios municipales del municipio reabran en septiembre, habrá un protocolo sanitario y de seguridad específico para cada uno de ellos en función tanto de las características del inmueble como de la propia actividad que vaya a representarse allí. Desde un concierto a una obra de teatro, pasando por una gala o un recital.