Una comitiva de motos para despedir al histórico líder vecinal de La Monxina, Juan José Bolado, fue el particular homenaje que le quiso dar ayer su único hijo, Marcos, en el tanatorio de Los Arenales. "Fue mi padre quien me compró la primera, una Dr Big", dice mientras no puede evitar que sus ojos se empañen de lágrimas. "Y sin sacar buenas notas, aunque se lo hubiera prometido", añade. Sus amigos del grupo de moteros "A dos ruedas" de la Corredoria se funden con él en un abrazo, también movidos por haber perdido a un compañero de rutas, pues no hacía tantos años que Juan José Bolado, fallecido el sábado a los 71, había dejado de salir a la carretera.

La pasión motera se la transmitió Bolado también a sus nietos, que se quedan sin, como dice su hija política, Alejandra Márquez, "un hombre bueno", que disfrutaba llevándoles al campo de fútbol de Matalablima, barrio por el que tanto luchó. Hace 15 años se puso al mando de su asociación vecinal y, desde entonces, se mostró como un "hombre combativo e incansable", dijo el el concejal de Distritos, Luis Pacho (Cs). "Lo conocí en 2011, cuando yo era concejal de Urbanismo", cuenta Jose Ramón Pando, que ocupó el cargo por última vez con Iglesias Cuaunedo (PP) como alcalde.. Bolado llamaba a la puerta de Pando con mucha energía cuando tenía una petición para la Monxina. "Te decía las cosas como eran y te traía el trabajo hecho. Era una persona excepcional", contó el exedil, a la salida del homenaje. "A veces me enfadaba y le decía que descansara, pero el no quería. Lo hacía por su gente", lloraba ayer su viuda, Carmela González. Precisamente estaba realizando una reivindicación en el Ayuntamiento, el pasado 22 de junio, cuando sufrió una indisposición de la que no pudo reponerse. Bolado había tenido problemas de salud previos, y desde ese día estaba ingresado en el HUCA.

Para Luis Pacho, "harían falta cien Bolados en esta ciudad". La concejala de Somos Ana Taboada también expresó sus condolencias: "Luchar por resolver los problemas de La Monxina siempre fue su prioridad". Igual que su compañero de aventuras, el presidente del colectivo Ciudad Naranco Existe, Rubén Fernández, con el que compartía la filiación en la Federación de Asociaciones y Plataformas de Asturias (FEPASA), de la que Bolado acababa de ser nombrado vicepresidente. "Es una pérdida los movimientos vecinales. Oviedo es mejor porque Bolado estuvo en él", asevera Fernández, que agradece todo el esfuerzo por mejorar la ciudad. "Hasta el último día", relata con tristeza su viuda.