Fundada en 1907 por Anselmo González del Valle, la Sociedad Filarmónica de Oviedo puede echar el cierre bajo la dirección de su bisnieto Santiago González del Valle, recién nombrado presidente. Ahogada económicamente, la Filarmónica mira al Ayuntamiento buscando subvenciones que les ayuden a seguir una temporada más.
González del Valle (Oviedo, 1969) se muestra pesimista sobre el futuro de la institución. Sustituye en el cargo a Jaime Álvarez-Buylla, fallecido el pasado mes de julio, a los 88 años. El profesor del Conservatorio ovetense pretende "luchar hasta el final", pero no descarta que la solución sea echar el cierre. Con un número de socios menguante (en la última década han pasado de ser unos 800 hasta los 380 que contabilizaban en el mes de julio), dependen de una subvención municipal para su supervivencia.
El objetivo sería "renovar el público", pero la situación económica es acuciante y los tiempos no acompañan. La elevada edad media de los abonados y un teatro que sufre especialmente por las restricciones a las que obliga el covid son dos de las razones principales por las que el presidente pone en duda que la Filarmónica pueda "seguir un año más".
Todavía con Jaime Álvarez-Buylla en el cargo, la junta directiva de la sociedad ya había planteado el cierre en más de una ocasión, con la duda de si se podría aguantar una temporada más.
Ahora, lamenta González del Valle, puede que poner punto final a la trayectoria de la centenaria Filarmónica ovetense "sea la única solución".
En el mes de julio, el mismo en el que la sociedad perdió a su histórico presidente, González del Valle mantuvo reuniones con la concejalía de Cultura, dirigida por José Luis Costillas (Cs). El edil manifestó su apoyo a la sociedad al asegurar que Oviedo no puede perder una institución como la Filarmónica. Pero las medidas, pese a ser urgentes, no han llegado. Ahora, González del Valle ha concertado una reunión con el Alcalde, Alfredo Canteli, para tratar de dar solución a la acuciante situación económica de la institución ovetense.
La Sociedad Filarmónica fue la que inició la "afición musical estable" en Oviedo desde hace 114 años y acumula más de 2.000 conciertos a sus espaldas, relata González del Valle, aunque admite que "es probable que la función social y cultural de las filarmónicas no sea la misma". Pese a las malas previsiones, el nuevo presidente argumenta que la Filarmónica ovetense es "de las pocas que quedan en España", lo que es otra razón para "intentar mantenerla". El nombramiento de González del Valle, hasta ahora vicepresidente, fue acompañado del nombramiento de Jaime Álvarez-Buylla como presidente de honor a título póstumo. Un reconocimiento a su labor, colaboración y promoción desde los años sesenta. La Sociedad Filarmónica destacó su "dedicación, generosidad y entrega" durante estos años. "Sin Jaime, la Filarmónica haría mucho tiempo que hubiese dejado de funcionar", reconocía el nuevo presidente. La figura de presidente de honor a título póstumo también la ostenta el propio Anselmo González del Valle.
Hoy tendrá lugar el primer concierto bajo la presidencia de Santiago González del Valle. El presidente adelanta que los recitales del primer trimestre del curso están contratados y se está trabajando para cerrar las fechas del segundo trimestre de la temporada. Desde la sociedad no se atreven a mirar mucho más lejos. Por lo menos, hasta que el Consistorio se pronuncie.
El concierto de esta tarde, el sexto de la temporada y el número 2.003 de su historia, dedicado a Jaime Álvarez-Buylla, correrá a cargo de la "Mikhailova's Stars Chamers Orchestra" y comenzará a las 19.45 horas. La actuación contará con Elena Mikhailova como directora y violín solista y Victoria Mikhailova como piano solista. En él se interpretarán piezas de Johan Sebastian Bach y Pablo Sarasate. El ciclo de conciertos continuará el próximo martes, día 20, con el dúo formado por el pianista ovetense Francisco Damián Hernández y el violinista Jesús Reina.
