La instalación de un contador de tiempo de cuenta atrás en el semáforo con fotorrojo de la plaza de Castilla, unida a la disminución del nivel de circulación por las restricciones del coronavirus, han desplomado el número de multas en el punto de la ciudad en el que más sanciones de tráfico venía imponiendo la Policía Local. En concreto, y según fuentes del área que dirige José Ramón Prado, desde que se colocó el dispositivo, el pasado 7 de febrero, las denuncias por pasar el semáforo en rojo han caído un 65 por ciento.
Las cifras hablan por sí solas. De febrero a octubre de 2019 se tramitaron 2.183 denuncias por el fotorrojo de la plaza de Castilla, mientras que en el mismo periodo del presente ejercicio se han contabilizado 744. Es decir, 1.439 menos. Por poner algunos ejemplos, en agosto de 2019 hubo 305 sanciones, mientras que en el mismo mes de 2020 únicamente se impusieron 131. En junio, se pasó de 276 a 95, en julio de 293 a 109, y en septiembre de 356 a 92, lo que supuso la bajada más acusada de toda la comparativa.
Según los portavoces de Seguridad Ciudadana, el descenso de las denuncias tras la entrada en servicio del contador de tiempo para el cierre del semáforo “demuestra el éxito de la medida, habida cuenta de que lo importante en este caso no es recaudar, sino reducir las infracciones y, por tanto, contribuir a la mejora de la seguridad vial en el municipio de Oviedo”.
Los conductores que circulan en sentido Oviedo desde la autovía tienen 30 segundos para incorporarse a la glorieta de la plaza de Castilla cada vez que el semáforo se pone en verde. Ese medio minuto va contando marcha atrás en una pantalla luminosa instalada en la parte superior de las tres luces de los semáforos hasta llegar a cero y cerrar el paso. Se trata de una medida innovadora incorporada por la empresa adjudicataria del mantenimiento semafórico, Aluvisa, a través de la cual la concejalía de Seguridad Ciudadana quiere acabar con las quejas de conductores que “caían” en el fotorrojo, aduciendo que el cierre del paso se les cerraba de manera imprevista.
“Demostramos que no hay una intención recaudatoria, sino simple y llanamente de mejorar la seguridad vial”, indican fuentes municipales acerca de esta medida.
Antes de la instalación del contador, el gobierno local ya había señalado ante las críticas de algunos sancionados que el fotorrojo únicamente multa a aquellos conductores que se lo saltan cuando está cerrado el semáforo. Según el Consistorio, el fotorrojo tarda un segundo y medio en saltar desde que el semáforo se pone en rojo y tiene un funcionamiento reglado que garantiza su efectividad.
No obstante, para favorecer a los conductores y demostrar que no hay un afán recaudatorio en la gestión de los semáforos, el área de Seguridad Ciudadana decidió aplicar al fotorrojo de la plaza de Castilla un contador de tiempo que permite conocer cuántos segundos quedan para que el semáforo se ponga en rojo.
