“Ni si quiera nos avisaron y de repente nos encontramos con un lodazal y grandes atascos delante de casa”. Los vecinos de la calle Montecerrao del barrio del mismo nombre están de uñas por una actuación para renovar la red de suministros que este lunes colmó su paciencia tras producirse un escape de gas que mantuvo a cientos de residentes confinados en sus casas durante una hora.

La suciedad trasladada a los portales, la utilización de zonas verdes como vertederos provisionales o la inutilización parcial de uno de los carriles provocan indignación especialmente a los residentes de uno de los bloques de viviendas, temerosos de que el avance de las obras les impida temporalmente acceder a sus garajes. “Es inadmisible la opacidad con la que se está llevando todo este asunto”, comenta una vecina enfadada por la “falta de tacto” de la compañía encargada de acometer la actuación.

Los damnificados exigen que la normalidad se restituya cuanto antes. Piden a los obreros que dejen de tirar escombros en los accesos a un parque infantil de titularidad pública situado en las inmediaciones del bloque y que se responsabilicen de la limpieza de los portales impregnados del barro generado durante las primeras jornadas lluviosas de la actuación.

La reapertura de un supermercado ubicado en uno de los márgenes de la calle afectada no ha hecho más que agravar los problemas de tráfico que llevaron los cortes derivados de las obras. “Entre los coches que aparcan sobre la acera y la ocupación de la calzada por parte de las obras actualmente es un caos circular por aquí”, apunta la misma vecina, que insta al Ayuntamiento a tomar medidas para subsanar las molestias denunciadas.