La “milla de la bata blanca” de Oviedo, el conjunto de centros de investigación biosanitaria situado en torno al HUCA, contará desde finales de 2022 con 59 nuevos “vecinos”. La presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la asturiana Rosa Menéndez, fechó para “finales de 2022” el estreno de la nueva sede del Instituto de Lácteos (IPLA), actualmente ubicado en Villaviciosa, durante el acto de colocación de la primera piedra del edificio en la que el presidente del Principado, Adrián Barbón, y el Alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, coincidieron con Menéndez en destacar la importancia de las nuevas instalaciones para convertir a Oviedo en el gran polo biosanitario del norte de España.

María Fernández, directora del IPLA, ejerció de maestra de ceremonias celebrando la “conversión en realidad de un proyecto tan ilusionante”. Fernández no escatimó en agradecimientos destacando el mérito de Rosa Menéndez para que las obras, con un plazo de ejecución de 18 meses y un presupuesto de casi 9,5 millones de euros, llegaran a buen puerto. “Rosa nos escuchó, nos apoyó y nos ayudó”, indicó la directora.

Menéndez tomó la palabra confesándose “realmente feliz” y tratando de sacar consecuencias positivas de 2020, “un año difícil”, pero a su vez esperanzador. “Desde la ciencia recordaremos 2020 como el gran año de la colaboración científica a todos los niveles”, apuntó para poco después poner como un ejemplo de colaboración “entre todos” la apuesta por llevar el IPLA a los terrenos de la parcela parcialmente ocupada en la actualidad por el Instituto del Carbono, también dependiente del CSIC.

Los terrenos sobre los que se levantará la nueva sede del IPLA, con la sede del Instituto del Carbono, al fondo. | Julián Rus

Para Menéndez, el traslado solo tendrá consecuencias positivas para la actividad científica. “El nuevo edificio del IPLA en este eje que se empieza a llamar ‘la milla de la bata blanca’, permitirá nuevos avances en transferencias tecnológicas y el desarrollo de nuevas líneas de investigación”, aseguró, reconociendo los grandes avances logrados por el IPLA en dos grandes campos: la bioconservación de los alimentos y la relación entre los alimentos y la salud.

Especialmente contento se mostró el Alcalde, entusiasmado con la llegada a la capital de una institución de referencia en la referencia. “Me hace inmensamente feliz que la sede de uno de los centros científicos más prestigiosos se asiente en La Corredoria”, celebró un Canteli, quien mostró su intención de seguir apostando por la investigación como opción de futuro para Oviedo. “El sector biosanitario se erige como un verdadero motor que debe guiar el desarrollo futuro de la capital del Principado, y por el que hay que apostar de manera decidida”, indicó el regidor.

“El proyecto va dirigido a potenciar el trabajo científico del CSIC y todo el Principado”

Rosa Menéndez - Presidenta del CSIC

En la misma línea se pronunció Barbón, quien definió al IPLA como “un pilar fundamental de la arquitectura científica del Principado” y quiso romper una lanza en favor de su predecesor, el también socialista Javier Fernández, del que, recordó, “se propuso convertir a Oviedo en la gran capital biosanitaria del Norte de España” en su discurso durante la inauguración del HUCA en 2014.

El presidente regional subrayó que hoy Oviedo cuenta con “un gran polo biosanitario con epicentro en el HUCA que combina la investigación de vanguardia con la ciencia clínica y la transferencia de conocimiento”. De esta forma, Barbón considera que “llamémoslo ‘milla de la bata blanca’ o como queramos, nos hemos ido aproximando a aquella ambición –de Javier Fernández–”, y celebró que las duras críticas iniciales al HUCA se hayan convertido en “un reconocimiento unánime de la sociedad durante la pandemia”.

El centro, “funcional” y de planta rectangular, tendrá 5.000 metros

En lugar de una primera piedra al uso, los asistentes al acto colaboraron en la preparación de una urna que será enterrada bajo el edificio cuando empiece la construcción de sus pilares. Barbón introdujo la prensa del día, con un ejemplar de LA NUEVA ESPAÑA, y Canteli un puñado de monedas que dieron pie a un chascarrillo del Presidente: “Es una indirecta para que pagues el café”, lanzó Barbón con humor, una muestra de la buena sintonía entre ambos. Tras ellos, Rosa Menéndez y la delegada del CSIC en Asturias, Ángeles Gómez Borrego, se encargaron de introducir una copia del proyecto, mientras que el consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, y la directora del IPLA introdujeron material de laboratorio.

Previamente, el autor del proyecto del nuevo centro, Jovino Martínez Sierra, había desgranado las claves del futuro edificio. Con una planta rectangular de 80 metros de largo y 25 de ancho, el autor del proyecto busca responder a las demandas de los investigadores del Instituto de Lácteos. “Es un diseño racional y funcional”, indicó sobre un inmueble que contará con sótanos, planta baja y dos alturas con diferentes usos.

“Nos aproximamos a la ambición de hacer de Oviedo la capital biosanitaria del norte del país”

Adrián Barbón - Presidente del Principado

En total serán 5.000 metros cuadrados de superficie útil. La planta subterránea está pensada para hacer funciones de almacén y para cuestiones de logística. En la planta baja se habilitarán la recepción y unas dependencias de uso exclusivo para trabajadores, mientras que las dos plantas en altura albergarán básicamente los laboratorios y los despachos destinados a investigación.

Como principales atractivos arquitectónicos, el “padre” de la nueva sede del IPLA destaca los dos patios interiores. “Son dos grandes pozos de luz que darán mucha luminosidad natural a todo el edificio”, explicó, para luego destacar las bondades del diseño para favorecer la sostenibilidad y eficiencia energética, así como la accesibilidad de la fachada para poder acometer limpiezas frecuentes sin generar gastos adicionales.

El equipamiento conformará, junto con la sede del Instituto del Carbono (Incar) el “Campus del CSIC en La Corredoria”, según explicó Rosa Menéndez, sin descartar aumentos en los próximos años de dos plantillas que a día de hoy suman los 162 empleados (103 el Incar y 59 el IPLA) entre investigadores, técnicos y administrativos. Sobre el Instituto del Carbono, Menéndez destacó “varios proyectos importantes” de investigación sobre materiales para mejorar el almacenamiento de energía.

Mejor ubicación

En lo que respecta a las críticas del alcalde de Villaviciosa por el traslado del IPLA desde la localidad maliayesa a Oviedo y su petición de dimisión para Rosa Menéndez, la presidenta del CSIC declinó entrar en polémicas y se limitó a desgranar las bondades del nuevo proyecto. “El sentir de todos los científicos que conocen el IPLA es que después de muchos años van a tener unas instalaciones adecuadas y en el lugar que ellos han querido”, puntualizó.

“Estamos ante un sector que se erige como el motor que debe guiar el futuro de la ciudad”

Alfredo Canteli - Alcalde de Oviedo

Por su parte, el PP de Villaviciosa arremetió ayer contra el alcalde socialista, Alejandro Vega, y el presidente del Principado, responsabilizándoles del cierre de un centro tras treinta años en la localidad con más de medio centenar de trabajadores para llevarlo a Oviedo. “Esta pérdida de trabajos en esta ocasión no es debida a una crisis, es debida a la decisión del Gobierno socialista y un alcalde incapaz de imponerse a su propio partido”, denunció ayer el grupo municipal popular maliayés.