Un guardia civil resultó herido de considerado durante una espectacular detención que tuvo lugar esta misma semana en la localidad ovetense de Pando. La lesión tuvo lugar cuando los agentes accedieron a la casa de un varón que llevaba un mes atrincherado tras ser acusado de robo con fuerza e incendiar una vivienda de la misma localidad. El padre del detenido trató de frenar la entrada de los funcionarios empujándolos y golpeándolos con una verja metálica y también fue detenido.

Según fuentes de la benemérita, el supuesto ladrón, A. H. G., de 31 años, rompió una persiana y una ventana para acceder al interior de una vivienda, a la que posteriormente prendió fuego, obligando a intervenir a los bomberos. Según el propietario de la vivienda, el varón se llevó de la misma un televisor y otros objetos de valor.

Una vez impuesta la denuncia, la Guardia Civil estableció varios operativos para tratar de dar caza al sospechoso. Tras numerosos intentos de localización y detención se estrechó la vigilancia sobre la vivienda familiar del presunto delincuente. Los agentes llegaron a la conclusión de que el varón se encontraba atrincherado en la vivienda y había adoptado “fuertes medidas de seguridad”.

Los funcionarios procedieron a acceder a la vivienda para practicar la detención tres recibir la correspondiente autorización judicial, pero se encontraron con la resistencia de A. H. G. y su padre, M. H. T. El primero saltó por la ventana trasera de la vivienda y accedió al jardín de la casa colindante, mientras que su padre trató sin éxito frenar el arresto. El progenitor cogió una verja y arremetió contra los agentes. Los empujó y los golpeó “de manera agresiva y amenazante”, dejando herido a uno de los efectivos en un brazo.

Por su parte, A. H. G., que cuenta con numerosas causas judiciales pendientes, se negó a entregarse, opuso resistencia y reaccionó violentamente sin lograr impedir su detención en el jardín de sus vecinos.

Prisión provisional

El detenido fue puesto a disposición del Juzgado número 3 de Oviedo, que ordenó su ingreso en prisión provisional y sin fianza a la espera de ser juzgado de sus causas pendientes. En lo que respecta a M. H. T., este se negó a declarar en presencia de su abogado en el cuartel de la Guardia Civil y fue puesto en libertad con la obligación de comparecer ante el juez para responder por un delito de atentado contra la autoridad y otro de lesiones.