Desde que el Gobierno declarase el estado de alarma, hace ya casi un año, el consultorio de Trubia no ofrece atención pediátrica. Son 260 niños solo en la villa cañonera, unos 500 si se suma la población de los valles, los que se han quedado sin atención primaria. Hasta entonces, un pediatra pasaba consulta en Trubia dos veces a la semana, lo que "ya era poco", como denuncian los vecinos pero, ahora, "ni eso". "Si un niño se pone enfermo, tienes que ir al Cristo, pero eso entre semana y hasta las ocho de la tarde; si es más tarde tenemos que ir a La Lila y, en fin de semana, nos toca la Ería", relata la vecina de Trubia Elena Rodríguez. Un grupo de madres de la villa trubieca se plantó en la mañana del lunes frente al consultorio periférico para exigir que la administración "tome medidas" y les devuelva la atención pediátrica.

A sus ojos, se trata de una "injusticia" y no quieren que siente precedente. Luisa Álvarez, que tiene hijos en edad pediátrica, cuenta que durante el confinamiento la decisión era entendible pero, ahora, las cosas deberían volver a la normalidad. Según las madres, la falta de un pediatra en Trubia consigue que, al final, se acabe yendo a Urgencias del HUCA, lo que no es "recomendable". Entre Trubia y el Centro de Salud más cercano, El Cristo, hay más de catorce kilómetros. Y denuncian que, en ocasiones, terminan desplazándose hasta allí para acabar siendo atendidos de manera telefónica.