Las empresas confían en que la mitad de los MIR sigan alojándose en Oviedo pese a las clases online

La preparación de los jóvenes médicos era una de las actividades económicas locales más pujantes durante los meses de verano. Cuando muchos vecinos se dirigían a sus segundas residencias, la ciudad se “llenaba” de opositores. La academia MIR Asturias, con sede en Oviedo, había capitalizado los buenos resultados de sus estudiantes en el examen hasta convertir su aula en el Seminario Metropolitano en una de las principales casas de los jóvenes médicos. Aproximadamente un diez por ciento de los estudiantes que se presentaban al examen se preparaban en la ciudad, donde se había generado un “ecosistema” muy codiciado entre los opositores. Aunque pueden asistir a la formación desde sus residencias fuera de Asturias, muchos siguen reservando alojamientos en la ciudad debido al “clima de estudio” que necesitan para preparar la prueba y el alto grado de especialización de las empresas que les alojan. Aproximadamente, el alojamiento y los servicios adicionales de comidas y limpieza que ofrece la mayoría de estas mercantiles suponía un desembolso de 800 euros mensuales por estudiante. Al finalizar el curso, los ingresos generados por este concepto casi llegaban a los ocho millones de euros.

Solo la academia asturiana, una de las tres con sede en Oviedo, atraía a unos 1.200 estudiantes de fuera del Principado. Al calor de la institución académica nacieron las empresas de alojamiento, como Alojamir, que estima que, este año, –e igual que ha ocurrido con la promoción de 2020– la ocupación de los alojamientos caerá la mitad. Un segundo varapalo económico del que, confían, se podrán recuperar una vez pasada la tormenta del covid. Si las empresas de alojamiento se aprovecharon del tirón de la academia lo mismo hicieron numerosos negocios que prestaban servicios de ocio a los jóvenes médicos. Con un horario extenuante y un único descanso que comienza cada sábado por la noche y se alarga hasta el domingo, algunos locales nocturnos de la ciudad aprovechaban los primeros meses de preparación, coincidentes con la temporada estival, para seguir abiertos en una ciudad casi desierta. Otras sociedades, por su parte, se especializaron en planes turísticos y de ocio con los que los opositores ocupaban los domingos. En este tipo de actividades, en 2019, los estudiantes foráneos estimaban que gastaban unos 120 euros mensuales. Al finalizar el curso, aportaban a la caja de las empresas una cifra que rondaba el millón de euros. Un concepto imposible de estimar para 2021 debido a la incierta situación sanitaria.

La comunión generada entre los estudiantes y los buenos resultados de la institución académica asturiana cuando impartía sus clases en el Seminario, provocó que más de un millar de alumnos matriculados en los cursos de MIR Asturias elevaran un escrito a la dirección de la academia exigiendo que se abandonase la modalidad de formación telemática. Esta pretensión fue rechazada por los responsables de la academia a través de varios correos electrónicos y un vídeo explicativo. En estos comunicados, la academia aludía a la cautela a la hora de prevenir posibles contagios durante las jornadas de formación. Además, en su escrito, los alumnos, que comenzarán el curso intensivo del MIR el próximo mes de julio, pedían una rebaja en la matrícula del mismo, que asciende a los 2.850 euros.

Cuando se inscribieron, explican, confiaban en que las clases fuesen presenciales. Desde la academia también rechazaron esta petición, pero les ofrecen la posibilidad de darse de baja del mismo y recibir una devolución íntegra del importe. Aunque más de mil alumnos de la academia firmaron el manifiesto dirigido a la dirección, también hay un sector de jóvenes médicos que defienden la posibilidad de una formación telemática.