Varias patrullas especiales se encargan desde hace unos días de poner coto al consumo del conocido como “gas de la risa” en las zonas de ocio de la ciudad. La concejalía de Seguridad Ciudadana ha decidido declarar la guerra a una sustancia legal empleada originariamente para hacer nata montada o como anestésico dental, que en los últimos tiempos está siendo utilizada por muchos jóvenes para “colocarse” a bajo precio mediante su inhalación. Las denuncias de varios hosteleros sobre el auge de esta moda llevaron al Consistorio a poner en marcha controles dirigidos a evitar la comercialización ilegal de la sustancia, que el pasado fin de semana se saldaron con unas 100 dosis intervenidas, con un papel destacado de la recién creada Policía de Barrio.

Fue uno de los agentes de la nueva promoción, todavía en prácticas, quien resolvió con éxito el inicio de esta campaña. El efectivo “cazó” el viernes de la semana pasada poco antes de las seis de la tarde a tres menores con 66 cápsulas de óxido nitroso –nombre científico del gas–, así como abundante material para proceder a su venta y distribución.

El flamante policía estaba patrullando junto a un supervisor más veterano en funciones de policía de barrio por el Antiguo cuando ambos localizaron a los menores donde se unen la calle Mon y la plaza del Sol. El joven promete, pues había sido felicitado recientemente por el jefe de la Policía Local a instancias de la Policía Nacional por otra intervención exitosa en materia de prevención de delitos y extranjería.

Tras esta primera intervención, los funcionarios municipales realizaron otras dos similares a lo largo del fin de semana. Una patrulla dio el alto a un individuo a las siete y media de la mañana en la avenida de Torrelavega. El hombre llevaba encima 28 cápsulas, así como globos utilizados habitualmente para inhalar el gas, pues al tratarse de un producto conservado a muy baja temperatura en caso de ser respirado directamente de las cápsulas puede producir daños como quemaduras en la boca o las cuerdas vocales. Los efectivos procedieron a interponer la correspondiente denuncia al dar por probado el afán comercial del identificado.

Por último, otro varón fue pillado poco antes de las tres de la mañana en la calle Mon con tres cápsulas, globos y un difusor para, presuntamente, llenar los mismos con el gas. En este caso, también fue propuesta para sanción.

Tanto el Alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, como el edil de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado, se felicitaron por el buen resultado de las nuevas patrullas. “La policía de barrio era una prioridad y está empezando a funcionar”, coincidieron los dos miembros del gobierno.