El Principado confía en poder poner a andar la concentración parcelaria de la Vega de Bueño en menos de mes y medio. Ese es el plazo estimado por el director general de Planificación, Infraestructuras Agrarias y Montes, Fernando Prendes, para conseguir, como mínimo, el visto bueno de la mitad de los 127 propietarios de las casi 700 parcelas afectadas por un proyecto llamado a ampliar la superficie con potencial para desarrollar explotaciones agrícolas industriales junto al río Nalón a su paso por el municipio Ribera de Arriba.

Prendes y otros dos técnicos regionales participaron esta misma semana en una reunión celebrada en el centro social de Bueño con un centenar de vecinos preocupados por el detalle de este proyecto regional. El miembro del ejecutivo autonómico desgranó los detalles de un plan que, a diferencia del de expropiaciones propuesto el mandato anterior, garantiza a los propietarios mantener la titularidad de la superficie de terreno con la que cuentan en la actualidad, bien para promover su propia explotación agrícola o para venderla a inversores interesados.

Según fuentes de la consejería, los interesados pidieron saber si había alguna empresa interesada en desarrollar una actividad agrícola en la zona, a lo cual Prendes respondió de manera tajante. “De momento no hay nadie interesado, pero nuestra experiencia en concentraciones parcelarias nos dice que cuando están cerca de culminarse empiezan a aparecer los empresarios”, indicó al ser preguntado sobre esta cuestión por este diario.

El Principado quiere conseguir cuanto antes el respaldo mayoritario de los dueños de los terrenos para redistribuir los 550.000 metros cuadrados de superficie que pretenden acondicionar para facilitar la actividad agroindustrial. “El proyecto está muy avanzado y si conseguimos un amplio consenso la concentración podría ser realidad en tres años y medio”, sostuvo, admitiendo que el trabajo previo realizado durante la fallida expropiación planteada por Sogepsa les ha allanado el camino para acortar unos plazos que “en condiciones normales tardarían seis años”.

Una vez delimitado el espacio de 55 hectáreas que se verá afectado por la actuación, la consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial establecerá tres categorías de suelo con sus respectivas valoraciones. “Hay terrenos más fértiles y con mejores condiciones que otros”, apunta sobre la necesidad de determinar diferentes categorías que determinarán los espacios asignados para las concentraciones.

Prendes se mostró satisfecho por la respuesta de los vecinos. “Tanto la gente del pueblo como el alcalde están por la labor de hacer algo para dar trabajo en una zona en la que actualmente no existe actividad”, explicó el director general, confiado en que la campaña de recogida de firmas para autorizar el proyecto se pueda resolver con éxito en las próximas semanas.

El Principado anima a los afectados a dar su respaldo a la iniciativa, recordándoles que el apoyo no supondrá un cheque en blanco para la administración regional. “En caso de no estar de acuerdo con lo que planteemos a posteriori, dispondrán todavía de tres periodos de alegaciones, así como la vía judicial”, dijo Prendes para tranquilizar a unos vecinos a los que invitó a interesarse por el éxito que esta apuesta ha tenido en otras vegas del río Nalón como en Cornellana (Salas).