Las obras de instalación de las siete aulas modulares que la Consejería de Educación progresan adecuadamente. Los trabajos avanzan según el ritmo previsto y se mantiene la previsión inicial del Gobierno autonómico, que pasa por que el alumnado pueda utilizar estas nuevas instalaciones, llamadas a aliviar la saturación del centro de secundaria, desde el inicio mismo del curso.

La nueva consejera de Educación, Lydia Espina, visitó ayer las obras, en el que fue su primer acto público desde que asumió el cargo, diez días atrás, en sustitución de Carmen Suárez. Con esta obra, la Consejería de Educación trata de dar una solución para aliviar la saturación del centro hasta que se construya el nuevo instituto del barrio. El actual IES de La Corredoria, que tiene una capacidad para 600 alumnos, alcanzó el último curso el millar de matriculados, lo que unido a las restricciones sanitarias obligó al centro a implantar el horario vespertino, algo que la comunidad educativa rechazaba repetir cara a este próximo curso.

La solución hasta que esté operativo el nuevo instituto consiste en la instalación de siete aulas modulares que irán colocadas sobre bases de hormigón y cuentan con un aislamiento de fibra de vidrio. Las ventanas dispondrán de doble acristalamiento y las puertas serán de aluminio lacado y núcleo de poliuretano, y las aulas tendrán calefacción.