Siete aulas modulares y cubiertas textiles son la solución para acabar con la división de los alumnos del instituto de La Corredoria. Masificado e insuficiente para su número de estudiantes, el centro educativo tenía que dar clase a unos grupos en horario de mañanas y a otro por las tardes, al tiempo que reclamaba la construcción de un nuevo instituto. Ayer, comenzó la instalación de los módulos que cubrirán las carencias del centro durante, al menos, el próximo curso. Ayer, comenzó la instalación de los barracones que se dispondrán sobre un aparcamiento del centro. Los trabajos tienen un presupuesto de 204.500 euros.
Las siete aulas modulares suman una superficie de 391 metros cuadrados y allí se alojarán a los alumnos. Desde la dirección del centro celebraron ayer la noticia, aunque reconocen que les hubiese gustado contar ya con espacios “más óptimos” o, incluso, con el nuevo instituto. Pero, de momento, se resignan. “Es lo que ha conseguido la comunidad educativa y tanto padres como profesores como la propia dirección nos volcaremos en conseguir nuestro objetivo que es tener una sola jornada”, dicen los responsables del Instituto de La Corredoria.
Los módulos cuentan con aislamiento de fibra de vidrio y están colocados sobre elementos de hormigón. Las ventanas disponen de doble acristalamiento y las puertas serán de aluminio lacado y núcleo de poliuretano. El proyecto incluye además las obras necesarias de conexión con la red eléctrica y dos bombas calefactoras.
La Consejería de Educación ya ha sacado a licitación las obras del nuevo instituto de la Corredoria, por un precio de salida de 11, 6 millones de euros y 20 meses para ejecutar los trabajos. La empresa que se haga con el contrato tendrá que levantar, junto al colegio público Carmen Ruiz Tilve, un edificio de 10.160 metros cuadrados (9.600 construidos), de cinco niveles con terrazas, en un terreno en pendiente y que promete estar a la vanguardia de la eficiencia energética y de los modelos educativos. Esta será la solución definitiva para acabar con la masificación en el actual centro de educación secundaria del populoso barrio de la ciudad. Actualmente los técnicos de la consejería están evaluando las ofertas de las empresas que se han presentado al concurso para llevar a cabo las obras. Los tiempos de las obras parecen hacer que las nuevas aulas modulares tengan que utilizarse, también, durante parte del curso siguiente.
La memoria del proyecto, obra del arquitecto Jovino Martínez Sierra, indica que el centro pretende convertirse en “un referente de edificio educativo, con la vocación de albergar espacios flexibles, transparentes y dinámicos, adecuados a la transformación de la educación actual”.
De momento, quedan los barracones y las cubiertas textiles. Estas permitirán crear dos zonas de patio a resguardo que unificarán las aulas modulares con edificio del instituto y las nuevas aulas modulares. En total, se colocarán cuatro carpas. Las cubiertas serán de lona de PVC de color blanco y estarán sostenidas por unos elementos metálicos que las elevarán hasta los tres metros de altura en su parte más baja.
