“Fangoria” y “Nancys Rubias” ofrecerán un doble concierto el próximo día 18 (21.00 horas) en el Auditorio, enmarcado en el programa de San Mateo. Alaska, nombre artístico de Olvido Gara, es una referencia de la música y la cultura pop españolas. Junto con Nacho Canut, conforma desde 1989 el grupo “Fangoria”.
–¿Cómo se afronta un concierto de “Fangoria” en un auditorio, con butacas y sin poder moverse?
–Creo que a estas alturas de año todo el mundo sabe como son los conciertos, tanto los que los hacemos como cuando vamos de público, que al final todos vamos. Sabemos las normas, Con un grupo como “Fangoria” es complicado no bailar, pero la cosa es así. He estado en todo tipo de escenarios y creo que lo importante es que se puede seguir haciendo conciertos. Y no podemos estar más agradecidos a los promotores y a los ayuntamientos que tiran para adelante.
–Con los cambios sociales y de consumo de la música que se produjeron durante la pandemia, ¿llegó a temer por el fin de la música en vivo?
–No, eso nunca. Es como si dijeras que el teatro sucumbe ante el cine o el streaming. El teatro es el teatro y los conciertos son los conciertos, aunque lo veas en televisión no es lo mismo: hay participación en todos los sentidos. Pero sí que fue preocupante la situación del sector. Yo, como algunas otras personas, cuando el año pasado vemos que no podemos hacer conciertos nos quedamos en casa. Yo, en un momento dado, trabajo en televisión, en radio... pero hay otra gente que tiene solo su trabajo como artista y no tiene esas otras ocupaciones, y también toda esa gente que forma parte de todo lo que no se ve. Esa era la preocupación: ver cómo se sostenía este mundo el tiempo suficiente para poder retomarlo cuando se retornara.
–Lo que sí ha cambiado es la forma de consumir música, ¿se ha acabado ya el concepto disco como unidad o los álbumes conceptuales?
–No creo que desaparezca, porque todo es cíclico. Ahora se consume una canción, listas de canciones. Pero si lo pensamos bien, es como los singles. Hay gente que solo conoce los singles de Bowie, y los discos de grandes éxitos siempre han sido así. No ha cambiado tanto, y creo que siempre habrá gente que quiera hacer un álbum conceptual.
–¿Han cambiado algo de su repertorio o de la puesta en escena por las restricciones sanitarias?
–Cero. Ni el repertorio, ni lo que llevamos en directo. Hay gente que ha optado por ir a formatos más pequeñitos, más sobrios, pero somos lo que somos y da igual que haya un aforo limitado o lo que sea. Vamos con todo, con canciones rítmicas y con todo lo que conlleva un concierto de “Fangoria”.
–¿Se trata de no defraudar al público?
–Si en un momento dado te apetece hacer algo pequeñito es lícito, pero que no sea por una imposición externa.
–Tras tantos años tocando junto a Nacho Canut, debe haber una gran naturalidad y complicidad sobre el escenario.
–Y fuera más, porque es cuando tomas las decisiones sobre qué hacer y cómo. Y ahí sí que damos un poquito de miedo, porque somos como unas siamesas. No nos hace falta ni hablar.
