ArteOviedo inauguró ayer una nueva etapa y prometedora etapa en Trascorrales. El nuevo formato de la feria, adelantado en exclusiva por LA NUEVA ESPAÑA, ha sido bien recibido por artistas y galeristas, que consideran que la concreción de las propuestas expositivas en torno a un único artista (Solo Project) o a un diálogo entre dos creadores (Duo Project) da más valor a las obras expuestas y facilita la asimilación de las diferentes iniciativas por parte del visitante.
“Creo que es un modelo más limpio, que pone más énfasis en el proyecto expositivo de las galerías y en la obra de los artistas”, explicaba ayer la nueva directora de la feria y responsable del cambio de modelo, Natalia Alonso Arduengo, que en cualquier caso agradece y valora la herencia de su predecesor y gran impulsor de ArteOviedo, Iván Dasto, que cedió el timón este verano tras diez años al frente de la nave.
Los galeristas ven con buenos ojos el nuevo modelo. “Es un cambio que supone un paso al frente, pero que a la vez es fiel a la visión de Dasto, que es el impulsor de todo esto”, señala Marta Fermín, de Decero Creativo. Su propuesta para la feria pasa por la exposición de “Romanza sin palabras”, de Emma Bi. “Se trata de una recuperación de la memoria histórica de mujeres compositoras de finales del siglo XIX y principios del XX, creaciones plásticas en torno a sus retratos”, explicaba ayer la artista, que ha concebido su obra plástica como una continuación de un trabajo de exploración y reivindicación de esas compositoras olvidadas desde el ámbito de la musicología.
Para Emma Bi, poder presentar su proyecto en la feria, en un espacio específico, supone también darle una visibilidad inusual en este tipo de ferias. “Es casi como hacer una exposición monográfica, es una gran oportunidad porque da mucha visibilidad a nuestra obra y a la vez creo que para el público es también mejor, ya que pueden tener una experiencia más cercana al artista”, sostiene.
Desde la recuperación de una figura olvidada o desconocida funciona también la propuesta de Pablo de Lillo, en su caso desvelando la obra de Jhon Mortimer, pseudónimo de Juan López Muiña, fallecido meses atrás por covid. “Es un artista secreto, de una fuerza y una vitalidad muy importantes. En su obra ves el ímpetu de un adolescente y la experiencia de un hombre de 60 o 62 años”, señala De Lillo, que considera que el nuevo modelo “da claridad a la feria”.
Guillermina Caicoya también acude a ArteOviedo con un “Solo Project”, protagonizado en su caso por Mónica Dixon. “Traigo una selección de obra reciente sobre dos líneas de trabajo: por un lado, espacios vacíos con líneas geométricas, y por otro las casas solitarias. Ambas confluyen en la reflexión sobre la soledad y la introspección que he trabajado en toda mi obra”, sintetiza Dixon. Para Guillermina Caicoya, la apuesta por la pintora era clara: “Es una de las artistas más importantes de Asturias”.
Lucía Dueñas, por su parte, apostó por un “Duo Project” nacido de la muestra que tiene actualmente en su galería, en la que confluyen Breza Cecchini y la escultora Flavia Robalo. “Fue una propuesta de Lucía y la verdad es que nuestra obra funciona muy bien una junto a la otra, también porque en algunos casos tratamos temas similares como la infancia”, señal Cecchini. Para Lucía Dueñas, este modelo expositivo “evita una saturación por parte del espectador y permite centrarse más en propuestas concretas”.
El cambio, en cualquier caso, refuerza el potencial de una feria que aspira a seguir creciendo y de una ciudad volcada con la cultura. “Citas como ArteOviedo refuerzan la condición de Oviedo como referente cultural de la región”, afirmaba ayer José Luis Costillas, presidente de la Fundación Municipal de Cultura (FMC), que organiza la feria.
