Cuando el rugby languidecía en Oviedo, un equipo logró recuperar la afición en la ciudad y compitió hasta el último partido por el ascenso a División de Honor. Era el Club Atlético Universitario, popularmente conocido como el CAU, un equipo que cobró nuevos bríos en 1975, cuando tomó las riendas Emilio Cilleros. Este fin de semana, los componentes de aquel equipo se reunieron para recordar sus batallas en el terreno de juego y para celebrar una amistad que se mantiene inalterable 45 años después.

Los participantes en el encuentro reivindicaron la figura de Emilio Cilleros, llegado del CAU de Madrid y que recompuso en aquel año de 1975 el equipo universitario, con sede en Medicina. Esto explica, sostienen los veteranos de aquel equipo, la nutrida presencia de futuros médicos en el plantel.

Con Cilleros al frente, el equipo completó temporadas muy sólidas y alguna gesta. La mayor, competir por el ascenso a División de Honor contra el Getxo. “Empatamos aquí y allí perdimos por tres. El equipo nunca se descompuso y teníamos el partido controlado, pero faltó rematarlo”, recuerdan los veteranos. Aquel equipo acabaría siendo el germen del Oviedo Rugby Club, tras sellar en 1983 su fusión con Económicas. Cilleros sería el primer entrenador del nuevo club.

Al encuentro, celebrado en el colegio San Fernando de Avilés, acudió una treintena de exjugadores del club. Y alguno que no pudo asistir remitió un saludo, como fue el caso de Guillermo Rehberger, que envió un vídeo desde Estados Unidos.