“Llevaba diez años extrañándolo, escribiéndole un diario de partida, de esto nos hemos enterado ahora”. Con la voz entrecortada por la emoción, desveló Chus Neira, periodista de LA NUEVA ESPAÑA, cómo su madre, la histórica profesora de Geografía y Didáctica de las Ciencias Sociales de la Escuela de Magisterio Charo Piñeiro, fallecida este jueves a los 86 años, mantuvo en silencio el duelo por su marido, el lingüista Jesús Neira. Lo hizo al final de un concurrido funeral celebrado en la iglesia de la Gesta, donde muchos exalumnos, compañeros y vecinos acudieron a dar su última despedida a “una mujer culta y encantadora” y volcada con su profesión que incluso llegó a estudiar alemán para ayudar con la tesis a un alumno del país germánico.
Las palabras de Neira, compartidas por su hermana Rosario, profesora de Didáctica de Literatura Infantil en la Universidad de Oviedo; por su mujer y también profesora universitaria, Marta Friera, y sus pequeños Juan, Penélope y Julieta, llenaron de ternura a los asistentes. “No sé si me escuchas, pero quiero que estés unido a mí como siempre, que pueda comunicarte todas las cosas y puedas sentirte siempre a mi lado. Si vieras cómo progresan los niños... se hacen mayores y me gustaría verlo cogida de tu mano”, escribió la docente, despedida por su hijo, como ya hizo con el padre en 2011, con versos de Antonio Machado.
El funeral por la que fuera maestra de maestros, 45 años de docencia a sus espaldas, evidenció su capacidad para dejar huella en la gente. “Es de esas personas que son un referente y te marcan”, explicaba Rita Arnaldos, profesora ya jubilada, a la entrada del la iglesia de San Francisco de Asís, donde otra amiga y excompañera no ahorraba elogios. “Se volcaba con los alumnos. Recuerdo cuando fue a clases de alemán para dirigir la tesis de un estudiante de allí”, rememoró la profesora Esperanza Martínez.
Personalidad extraordinaria
“Tenía una personalidad extraordinaria, humana y profesional”, sostuvo el que fuera director de la Escuela de Magisterio Darío Rodríguez. “Era culta, encantadora y hacíamos buena dupla a la hora de explicar los paisajes”, indicó Jesús Alvar, especialista en Ciencias Naturales.
Son miles los alumnos que tuvo Charo Piñeiro, como el actual concejal de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado. “Era una mujer extraordinaria. Pocos colegios habrá en Asturias que no tengán algún maestro que haya pasado por sus clases o las de su marido”, dijo. Tampoco faltaron elogios de sus amigas y vecinas antes del funeral oficiado por Juan José Tuñón. “Era muy buena persona, muy atenta y traía dulces a las clases de pintura”, relató visiblemente afectada Esperanza Martínez.
