La obra maldita de Oviedo: tercer intento de licitar el comedor del parvulario de Ventanielles

Educación intenta impulsar el proyecto mientras prorroga el servicio de bus para que los alumnos coman en el colegio del barrio, a 850 metros

El parvulario de Ventanielles en una imagen de archivo. | Luisma Murias

El parvulario de Ventanielles en una imagen de archivo. | Luisma Murias / José Luis Salinas

José Luis Salinas

José Luis Salinas

El Ayuntamiento intentará que a la tercera vaya la vencida. El Consistorio sacará, de nuevo, a licitación las obras del comedor del parvulario de Ventanielles, después de que los dos anteriores intentos quedaran sin pretendientes, sin empresas interesadas en realizar los trabajos. El listón en el precio de las obras irá en aumento para hacer el proyecto más atractivo y encontrar el ansiado pretendiente. Mientras tanto, lo que hará el Consistorio es prorrogar el servicio de transporte y acompañamiento para que los niños no se queden sin desayunar ni comer. Por lo que se sacará también a licitación de nuevo este servicio –que ya se está dando– para poder llevar diariamente a los estudiantes hasta el colegio de Ventanielles, a 850 metros, donde sí que tienen comedor.

Los padres aseguran que el equipamiento comienza a ser ya urgente. “Cada vez somos más los que trabajamos y que tenemos que dejar a los niños a comer y, además, el número de alumnos va creciendo cada curso”, señalaba ayer la madre de un estudiante. Y ven frustrados cómo pasan los años y el nuevo equipamiento del centro no se materializa. “Hemos tenido ya varias reuniones y no entendemos la razón por la que no se hace”, apuntan los padres. “Hace unos meses nos dijeron que estaba todo listo, pero la licitación volvió a quedar desierta”. Eso fue en julio del año pasado y la obra salía a licitación por valor de 395.000 euros. No pudo ser y no encontró ninguna empresa dispuesta a asumir el coste. Cabe apuntar que por esas fechas el precio de las materias primas estaba ya experimentando un importante alza y había avivado las quejas de los constructores que denunciaban que muchos trabajos ya no les salían rentables. Ese fue el segundo intento, pero hubo otro anterior. El equipamiento fue diseñado hace ahora cuatro años pero aquella tramitación tampoco encontró novias.

Aquel proyecto inicial fue modificado para que la edificación no fuera modular. “Nos dijeron que no podía ser así, que tenía que ser un edificio anexo”, apuntan los padres. Eso, en principio, facilitaba la participación de las empresas en la licitación. Tampoco pudo ser. Lo que sí que se ha hecho en el centro es adecuar el sistema eléctrico del aulario para que fuera compatible con los del nuevo comedor.

El Ayuntamiento señala ahora que la licitación de esta obra se está tramitando con una modificación del presupuesto –que engordará de nuevo hasta aproximarse a los 500.000 euros– “para evitar que vuelva a quedar desierta”. Las fechas dependen de la aprobación de los presupuestos municipales. Mientras tanto, la concejalía de Educación licitará este servicio de transporte y acompañamiento para este curso académico con la posibilidad de prorrogar el contrato el que viene. En un principio, el edificio del comedor –que ocupará una parte del patio trasero– estaba diseñado para poder atender a unos 80 estudiantes.

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