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Evaristo Rodríguez, José Ramón Val y Ana Rodríguez, ayer, junto a alumnos de tercero de la ESO del IES Naranco. | JAIME CASANOVA

La curiosidad por la avispa asiática pica al IES Monte Naranco

Los Bomberos animan a los centros próximos a zonas verdes a aplicar métodos sencillos de contención de la especie invasora

La avispa asiática se combate con pértigas, drones e incluso carabinas de perdigones cargados de veneno. Aunque también se puede contribuir a su erradicación con trampas caseras cuya construcción requiere algo de sidra y una botella de agua. Esto aprendieron ayer los alumnos de tercero de la ESO del Instituto de Educación Secundaria (IES) Monte Naranco de la mano del cuerpo de Bomberos ovetense. La idea de los profesionales de extinción de incendios es dotar a los jóvenes del conocimiento sobre la peligrosidad que ha cobrado esta especie invasora en la región y las herramientas para poder combatirla con eficacia. En especial a los estudiantes de los centros escolares situados en zonas verdes donde proliferan los insectos. “Interceptamos más de 500 nidos cada año, una cantidad que se duplica cada temporada”, explica Luis Díaz, el responsable de Bomberos.

Para concienciar sobre ello se necesita media hora de teoría y un poco de práctica. Durante la primera parte de la sesión, Evaristo Rodríguez y Ana Rodríguez pusieron el foco en explicar qué es la denominada “vespa velutina”, dónde se encuentra y qué condiciones favorecen su desarrollo. Para después dar nociones sobre cómo evitarlo: “Acabar con una avispa reina es evitar que ponga hasta dos mil huevos al día”. La solución es tan sencilla como cortar cualquier botella de plástico e introducir un líquido que contenga dulce y gas carbónico: como agua con azúcar, cerveza negra, sidra o vino blanco. Eso atrae a la especie y al mojarse queda atrapada en el recipiente. “Lo puede hacer cualquiera y sirve de gran ayuda”, explicaron los ponentes.

Tras la teoría, la práctica: acompañaron a los estudiantes al furgón para que pudieran familiarizarse con los materiales utilizados en la erradicación de nidos: trajes de apicultor con un grosor mayor debido al aguijón de la avispa asiática, la pértiga a la que se incorpora un insecticida de gran potencia o una carabina que desprende veneno para dejar neutralizado el núcleo de actividad de estos insectos. “Es importante que se sepa que lo peligroso es el animal, no el hábitat. La presencia de un nido sin avispas significa que está erradicado y no hay problema”, recalcan.

Oviedo es zona idónea para la aparición de la velutina, en especial sus áreas verdes. Por eso, tal como sentencia el profesor José Ramón Val, “tenemos que usar este centro rodeado por naturaleza como aula para aprender este tipo de nociones”.

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