José Manuel Gutiérrez Llorente, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Coordinador del Atlas interactivo sobre el cambio del clima, usó ayer un símil muy expresivo para explicar la dificultad que algunos Estados tienen a la hora de aplicar los acuerdos para frenar los gases de efecto invernadero: “El problema con el cambio climático es que nos mata lentamente. Es como el tabaco: vas diciendo ‘ya lo dejaré’ y te plantas en los cincuenta fumando dos cajetillas, a no ser que antes te lleves un susto, que te hagan una radiografía y vean una mancha”, señaló. Pero ese aviso podría llegar en el momento más inesperado y de forma dramática, pues, tal y como explicó el investigador, el cambio climático está detrás de gran parte de las catástrofes naturales que hemos padecido en los últimos años: sequías, inundaciones, destructivas tormentas o las intensas olas de calor del verano pasado no se explican sin este fenómeno.

Gutiérrez Llorente ofreció ayer una reveladora conferencia sobre las causas y consecuencias de la crisis del clima en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA, y dentro del ciclo sobre cambio climático de Tribuna Ciudadana. “La crisis climática afecta ya a todas las regiones del planeta”, explicó Gutiérrez Llorente, que añadió que a “se nos acaba el tiempo” para mitigar las consecuencias del calentamiento global. “Tenemos hasta 2030 para reducir las emisiones”, explicó, antes de plantear tres escenario: Si para esa fecha hemos reducido las emisiones un 50%, iremos hacia una subida de 1,5 grados de las temperaturas; si las reducimos un 30%, iremos hacia los 2 grados; y si no hacemos nada, hacia los 4 grados de subida, lo que supondría a su vez un ascenso dramático del nivel del mar.

En la lucha contra el cambio climático, Gutiérrez Llorente destacó el papel del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), del que forma parte y cuyos informes marcan la línea a seguir por la ONU al enfrentar el cambio climático. Además, el investigador presentó el Atlas interactivo sobre el cambio climático, un proyecto coordinado desde el CSIC que permite ver proyecciones sobre los efectos del calentamiento global en todo el mundo. Una ventana abierta a un futuro que, si no hacemos algo, será desolador.