Los turistas podrán recoger compras de tiendas del centro de Oviedo en taquillas inteligentes

Un plan de 2,3 millones con fondos de la UE creará una wifi y colocará pantallas virtuales para conectar a 700 negocios locales con sus clientes

Ambiente de compras en Oviedo

Ambiente de compras en Oviedo / Miki López

Recoger fuera del horario de apertura las compras realizadas de manera telemática en los pequeños comercios de Oviedo gracias a un moderno sistema de taquillas inteligentes será posible para el creciente número de turistas de la capital del Principado como muy tarde en 2024. La medida hará posible, por ejemplo, recoger a las once de la noche una caja de bombones comprada por internet en una confitería ovetense durante una visita diurna a Covadonga. Es una de las medidas que el Ayuntamiento pondrá en marcha gracias al programa "Oviedo en Red", un proyecto de 2,3 millones de euros financiado al 80% con fondos de la UE, que incluye también la creación de una red wifi y la colocación de pantalla virtuales para interconectar a viajeros y ciudadanos con unos 700 negocios de la ciudad.

El proyecto, elaborado por la concejalía de Economía que dirigida el popular Javier Cuesta, fue el quinto mejor valorado de los 156 presentados por distintos municipios de España y deberá ser desarrollado a lo largo de los años 2023 y 2024. El mismo incluye una docena de medidas, entre las que destaca la peatonalización de las calles Mendizábal y Pozos para ampliar las áreas comerciales de la denominada como Zona de Gran Afluencia Turística.

La idea es aprovechar el tirón turístico para impulsar a los pequeños negocios ovetenses, aunque dejando abierta la posibilidad de ampliar las nuevas tecnologías incorporadas a las relaciones con los clientes locales. La colocación de decenas de taquillas inteligentes pensadas para facilitar la entrega y recogida de compras realizadas fácilmente a través del móvil o de las pantallas virtuales colocadas en la ciudad es uno de los sistemas más novedosos con los que se pretenden seducir al turista que, en muchos casos, compagina su estancia en Oviedo con visitas diurnas a otros puntos de la región.

Con el despliegue de una red wifi de promoción pública se pretende "abrir una ventana de diálogo" entre los comerciantes y sus potenciales clientes, que encontrarán, si lo prefieren, otra vía de acceso a las ofertas de tiendas de todo tipo en las pantallas virtuales que se instalarán en los ejes comerciales existentes tanto en el Antiguo como en otras calles del centro de la ciudad.

Más allá de la digitalización de las ventas, el plan municipal prevé acciones orientadas a ayudar a los negocios a mejorar su huella ecológica con la reducción de procesos que impliquen emisiones contaminantes, así como la organización de clases de idiomas para comerciantes con el fin de mejorar su atención al cada vez más pujante turismo extranjero de la ciudad.

Los 1,8 millones de euros de fondos Next Generation de la UE captados con este proyecto se suman a los 2,4 millones conseguidos en la convocatoria del año pasado para acometer la modernización de la plaza del Fontán. Este proyecto, con el que el Ayuntamiento pretende dar una planta más a la emblemática plaza cubierta para dotarla de una docena de espacios gastronómicos, dispone de dos años de plazo para su ejecución y actualmente se encuentra en tramitación, tanto el diseño del proyecto como la salida a concurso de las obras.

El concejal Javier Cuesta considera que estos dos ambiciosos planes supondrán un antes y un después en el pequeño comercio del centro de la ciudad, así como un atractivo extra llamado a contribuir al objetivo de seguir incrementando la llegada de viajeros a lo largo de todo el año, generando esto a su vez una mayor actividad en sectores claves del municipio como son los de la hostelería y la hotelería.

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Convertir las calles Mendizábal y Pozos en un eje comercial cerrado al tráfico como prolongación del Antiguo es una de las prioridades del proyecto de la concejalía de Economía bendecido con 1,8 millones de euros de la UE, pero su ejecución se ha visto frenada por la existencia de un informe del Consejo de Patrimonio de la Consejería de Cultura del Principado que obliga a replantear un proyecto con el procedimiento de adjudicación muy avanzado. El equipo de gobierno municipal decidió acelerar al máximo la salida a concurso de las obras la pasada primavera por un importe máximo de 1,37 millones de euros. La licitación despertó el interés de siete compañías, figurando la empresa Copcisa como la más valorada con una puntuación de 9,5 puntos en un acta emitido por la mesa de contratación municipal en octubre. A finales de noviembre, el PSOE denunció la paralización de este procedimiento tras conocerse la existencia de un informe de Cultura con 20 objeciones al proyecto encargado por el Principado. La oposición municipal sostiene que las obras se licitaron sin el informe de patrimonio y con cambios de materiales "por decisión política". Además, indican que son unos cambios "inadmisibles" por patrimonio y ponen en peligro los fondos europeos. Desde el equipo de gobierno confían sin embargo en que se podrá dar encaje a las peticiones de Cultura –ambas calles están afectadas por normativas de protección patrimonial– y retomar cuanto antes la adjudicación para ejecutar en tiempo y forma una transformación urbana que cuenta con una aportación de más de un millón de euros de financiación de la UE. El ejecutivo municipal ya cerró al tráfico ambas calles de manera experimental durante la pandemia junto a otras vías, si bien fueron las restricciones realizadas en estas las que más convencieron al Consistorio para convertirlas en peatonales de forma permanente.

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