Homenaje unánime al trabajo "paciente y constante" de Feito por la cerámica asturiana

La familia del coleccionista asiste al acto inaugural de la exposición de las piezas históricas de la vasta colección que legó a las Pelayas

Por la izquierda, ayer en Trascorrales, María Inés y Lino Gómez Feito, sobrinos de José Manuel Feito, y su hermana Inés Feito; el Alcalde, junto a las monjas de San Pelayo sor María Ángeles, madre María Rosario del Camino, madre María Teresa y sor María del Rosario, y  Miguel Busto. | Luisma Murias

Por la izquierda, ayer en Trascorrales, María Inés y Lino Gómez Feito, sobrinos de José Manuel Feito, y su hermana Inés Feito; el Alcalde, junto a las monjas de San Pelayo sor María Ángeles, madre María Rosario del Camino, madre María Teresa y sor María del Rosario, y Miguel Busto. | Luisma Murias / Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

La abadesa del Monasterio de San Pelayo, María del Rosario del Camino Fernández-Miranda, reivindicó ayer, durante la inauguración de la exposición "Negra y bermeja. Opaca y transparente. Cerámica: piezas históricas del legado de José Manuel Feito", la calidad personal y el trabajo del coleccionista, párroco durante décadas de Miranda, en Avilés, y que en 2013, años antes de su fallecimiento, donó a las monjas ovetenses su colección de cerámica. La superiora de las Pelayas destacó la "sensibilidad hacia todo lo cultural" de Feito y su "profundidad: era un hombre de grandes preguntas", y dio por seguro que se hubiera sentido muy satisfecho con la exposición, que organiza la Fundación Municipal de Cultura y en la que colaboran las universidades de Oviedo y Granada, y con su catálogo, un "estudio académico, riguroso, que da razón de su primerísima intuición y que da continuidad a su libro sobre la cerámica asturiana".

Un aspecto de la exposición, ya abierta al público. | Luisma Murias

Un aspecto de la exposición, ya abierta al público. | Luisma Murias / Elena Fernández-Pello

Fernández-Miranda puso de relieve la contribución de José Manuel Feito al conocimiento de la cerámica asturiana tradicional. "Las piezas tienen su propia historia y su propia entidad, pero esto ha sido gracias a una persona con un trabajo muy paciente y constante en el tiempo", manifestó la abadesa. Se trata, agregó, de piezas con "muchísima historia detrás y que nos hablan de nuestra vida y la vida de nuestra gente".

El vínculo de José Manuel Feito con las monjas de San Pelayo se fraguó en el taller de encuadernación del convento y llegó a ser muy estrecho. "En la muralla del monasterio, en la calle Jovellanos, hay un brote de laurel, que brota y se poda, brota y se poda... Él le hizo una poesía, ‘El arbolín de las Pelayas’. Para él era un símbolo de la vida, que continuamente fluye. Feito era un poeta, un sabio, pero no un erudito de despacho sino un sabio de la vida", contó Fernández-Miranda.

El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, se acercó hasta Trascorrales y agradeció "a las Pelayas y a la familia de Feito" su colaboración con el Ayuntamiento. La hermana de José Manuel Feito, Inés Feito, y sus sobrinos, María Inés y Lino Gómez Feito, asistieron a la presentación. "Esto es cultura, apoyamos la cultura", dijo, y comentó que tuvo oportunidad de tratar a José Manuel Feito.

La abadesa de San Pelayo, que acudió acompañada por algunas de sus hermanas benedictinas, explicó que la colección de Feito "es muy amplia y abarca 450 piezas. Quizá lo que se muestra en esta exposición sea lo más representativo e importante, piezas históricas a través de las que se puede ver un recorrido de más de 2.000 años, desde las piezas romanas hasta las del siglo XX". En el depósito íntegro hay piezas muy diversas, alguna realizada en la escuela de cerámica de Miranda, en Avilés, e incluso una traída por Feito en uno de sus viajes a la misión de la diócesis en Burundi. "Todo lo que fuera cerámica, barro y vida para Feito tenía mucho valor", indicó la abadesa.

En San Pelayo las monjas no disponen de espacio para instalar una exposición permanente con el legado de Feito. Además, el edificio no es accesible. "Es uno de los proyectos que nos gustaría acometer en algún momento", reconoció Fernández-Miranda.

La colección de cerámica de Feito no es el único legado que custodian las Pelayas. El párroco de Miranda también les dejó su colección de catecismos. "También sería precioso hacer una muestra" con ellos, dejó caer la abadesa. Además, Silverio Cerra, otro sacerdote fallecido hace unos años, les donó su biblioteca personal. "El monasterio tiene un archivo histórico muy relevante y estas colecciones que nos van llegando vienen a enriquecer ese patrimonio cultural", señaló.

El acto inaugural de la exposición, que permanecerá instalada en Trascorrales hasta el 25 de abril y abrirá al público de lunes a sábado de 12.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00 horas y los domingos de 12.00 a 14.30, continuó con un recorrido guiado por las 52 piezas que la forman, a cargo de uno de los comisarios, el historiador Miguel Busto. Entre los asistentes estaba el alfarero Selito, José Manuel Vega, que ya jubilado ha pasado el testigo del taller de Faro de Limanes a Verónica Rodríguez y que confía en que el Ayuntamiento de Oviedo "desbloquee" el proyectado centro de cerámica.

El albergue de las Pelayas

A instancias de los periodistas, el Alcalde se refirió a las obras pendientes en el Monasterio de San Pelayo y admitió que, en su opinión, los trámites para iniciar las obras del albergue de peregrinos proyectado en él, que dependen del Gobierno regional, "no van todo lo rápido" que él desearía. Canteli hizo "una llamada al Principado para que arranque, porque sería un lujo que los peregrinos llegaran a la Catedral y tuvieran el albergue al lado". "Yo, cuando me comprometo lo hago, espero que ellos (por los responsables del Ejecutivo asturiano), se comprometan y lo hagan pronto, porque además beneficiamos a las pelayas que no lo están pasando bien", añadió.

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