Entrevista | Cristina Pontón Concejala electa de IU-Convocatoria por Oviedo

"La gente premió nuestro papel en el tripartito cuatro años después"

"Llamazares nos va a aportar muchísima experiencia, tiene una capacidad de trabajo envidiable y es aún mejor en lo personal"

Cristina Pontón, ayer, en Ciudad Naranco. | Luisma Murias

Cristina Pontón, ayer, en Ciudad Naranco. | Luisma Murias / Lucas Blanco

Cuatro años después, Cristina Pontón volverá a tener voz y voto en los plenos municipales de Oviedo. A sus 50 años, la que fuera edil de Patrimonio durante la mitad del mandato del gobierno tripartito vuelve al primer plano de la política local con las pilas cargadas. Trabajadora en el sector de la construcción desde hace muchos años, hace un par de décadas se incorporó a la empresa pública Sedes, de la que fue presidenta del comité de empresa, liderando un encierro de los trabajadores en la sede de Uría para protestar por un ERE en 2014. Aprovechó la pandemia para retomar los estudios de Psicología que abandonó en su juventud y ahora solo le faltan cuatro asignaturas. A partir del día 17 compatibilizará su cargo de concejal de IU-Convocatoria con su papel de madre de una hija de 15 años.

–¿Está lista para volver al ruedo de la corporación?

–Tanto yo, como mis compañeros Gaspar Llamazares y Alejandro Suárez afrontamos estos cuatro años con muchas ganas. Queremos desbloquear situaciones y llegar a acuerdos para que Oviedo evolucione. Pondremos de nuestra parte para sacar adelante temas como La Vega o el Cristo.

–¿Cuál es su balance de estas elecciones?

–Las anteriores habíamos perdido los tres concejales que teníamos. Éramos optimistas porque partíamos de cero. Estuvimos contentísimos mientras el recuento le daba 13 al PP. Nos abría las puertas para conseguir más cosas. Cuando obtuvieron el concejal 14 y con ello la mayoría absoluta la alegría se contuvo un poco más.

–¿Compensó la decepción de hace cuatro años?

–Aquella, la de 2019, fue una noche tensa. Habíamos trabajado muchísimo, ejerciendo el papel pacificador del tripartito. Entonces no se nos reconoció, pero creo que los electores premiaron ahora nuestro papel con perspectiva. Cuatro años nos dieron para pensar.

–¿Centrará su labor de oposición en algún área?

–Me gusta mucho el contacto con la gente, con los vecinos y asociaciones. Me volcaré ahí especialmente.

–¿Qué queda de aquel tripartito de izquierdas?

–Solo podemos hablar por nosotros. Seguimos fieles a nuestro programa, nuestros valores e ideas. Nuestra forma de trabajar es poco estridente, poco dada al espectáculo. Toca trabajar por acuerdos y ceder cuando haga falta.

–¿A qué achaca la desaparición de Podemos del Pleno?

–Visto desde fuera, hubo muchos conflictos a nivel de partido. A poco de empezar el mandato se fue una concejala, luego hubo muchas crisis internas y eso pasa factura.

–¿En qué quieren mejorar Oviedo?

–A todos los niveles. La calidad de vida será lo fundamental, pero sin descuidar las infraestructuras. En materia de educación se puede hacer mucho más. Obviamente hay cosas que funcionan en Oviedo, pero eso no quiere decir que no haya déficit en algunas materias. Por ejemplo, hay colegios que necesitan muchas mejoras. También se puede dar un mayor impulso a las políticas sociales.

–¿Ve un revulsivo en el "fichaje" de Gaspar Llamazares?

–Nos va a aportar muchísima experiencia. Tiene una larga trayectoria y una capacidad de trabajo envidiable. Llega con mucha energía y ganas. A nivel político es una gran figura, pero también destaca en lo personal.

–¿Será el mandato de La Vega?

–Todavía no tenemos acceso a la información. Conocía el tema en su día, pero ahora hay que actualizarse. Por lo que he podido ver por la prensa hay algunos cambios sustanciales respecto a lo que negociamos entonces.

–¿Por qué su gobierno no consiguió recuperar la fábrica?

–Estaba todo muy avanzado, pero no se consiguió firmar el convenio. Había una situación de conflicto de intereses dentro del propio gobierno local. Hubo una parte a la que no le interesaba que saliera.

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