Melquíades Álvarez quiso para España «una democracia liberal como la actual»

«La propuesta constitucionalista del político reformista fue sepultada por la deriva de monárquicos y republicanos», dice el historiador Francisco Balado

Óscar Rodríguez Buznego, Francisco Balado y Manuel Álvarez-Buylla, ayer, en el Club Prensa Asturiana.

Óscar Rodríguez Buznego, Francisco Balado y Manuel Álvarez-Buylla, ayer, en el Club Prensa Asturiana. / Diego Fernández

María José Iglesias

María José Iglesias

Melquíades Álvarez (Gijón, 1863-Madrid, 1936), defendió durante su larga trayectoria política una democracia liberal para España con una clara separación de poderes y un estado secularizado, como única fórmula para modernizar el país y dar solución a los problemas de organización territorial que aún siguen latentes. No lo consiguió, y murió asesinado en 1936 sin ver el régimen que ansiaba y que puede tener su correlación en la actual democracia española.

Así lo expresaron ayer el historiador Francisco Balado, biógrafo de Álvarez, el politólogo Óscar Rodríguez Buznego y el procurador Manuel Álvarez-Buylla, biznieto del político y depositario de su legado, que realizó un esbozo del Melquíades Álvarez más familiar, como padre y esposo cariñoso (estaba casado con Sara Quintana Bertrand) y recto a la vez, que siempre cumplió fielmente sus obligaciones.

«La propuesta constitucionalista de Melquíades fue sepultada por la deriva de la monarquía y la proclamación de la República», indicó Balado, que ha publicado la primera biografía del político que sale a la luz en casi medio siglo. «Quiero creer que mi bisabuelo no murió en balde y ver en la España actual ese régimen moderado que él quería», señaló Álvarez-Buylla, jurista, al igual que su antepasado, como procurador de los tribunales. «La España que Melquíades quiso no fue posible porque los españoles no fueron capaces de resolver sus conflictos, tal vez porque no había suficientes demócratas, se habrían necesitado más como él, recalcó Rodríguez Buznego, que también hizo hincapié en la especial relevancia que daba el fundador del Partido Reformista a respetar la separación de poderes. «En la actualidad vemos como ese respeto a veces no se cumple o se hace de mala gana», lamentó. Álvarez-Buylla destacó los esfuerzos de su bisabuelo por estudiar y licenciarse en Derecho en Oviedo, mientras ayudaba a su madre, viuda, que regentaba una pensión.