Serie "Los lunes, al cole"

Olloniego, un colegio familiar donde los alumnos firman para cumplir

Al centro, que llegó a albergar a 400 alumnos, acuden este curso cerca de 70, que reciben, afirma la directora, "una atención muy individualizada"

Los estudiantes disponen de un banco de libros y suscriben un documento con las normas de clase

Pili Montes prepara la comida ahora a los hijos de los que fueron alumnos en el colegio Narciso Sánchez de Olloniego cuando empezó a trabajar allí hace más de tres décadas. Es la cocinera del equipamiento, como lo había sido su madre, y antes fue cuidadora. "En los años 80 se juntaban aquí 400 alumnos porque venían de una zona más amplia", comenta mientras llega hasta el comedor el aroma al bacalao que está preparando para la comida de los más de 40 niños que utilizan este servicio, que gestiona el centro. Ahora son 68 los estudiantes que acuden a este colegio que es "pequeño y muy familiar", define la directora, Inés Fernández Avello.

En el colegio, que atiende a la zona sureste del concejo de Oviedo, en una zona limítrofe con los concejos de Langreo, Mieres y Ribera de Arriba, Belén Martínez Cuevas enseña música. Algunos de sus alumnos acuden también a las clases que imparte en Mieres, donde ejerce como profesora de alumnos de dos a seis años de la Banda de música. Entre el personal del centro, varios trabajadores son del entorno y alguno de ellos incluso familiares de los niños. Destaca la docente del centro que hay pocos alumnos por aula, "lo que permite trabajar estupendamente".

Al tener un número pequeño de estudiantes en cada clase, dice la directora, "la atención es muy individualizada". El centro tiene aulas mixtas con dos niveles juntos en Infantil y en Primaria, donde asisten a clase para ciertas materias juntos Primero y Segundo y Tercero con Cuarto. En otras asignaturas como Matemáticas, Lengua e Inglés se desdoblan. La clase con más alumnos llega a 18 y hay varias que rondan la decena.

Y, añade Inés Fernández, "en cada aula hay varios profesores a la vez". El número bajo de alumnos, traslada, solo tiene un inconveniente, la organización de actividades como un viaje de estudios solo para doce. Pero los aspectos positivos ganan en un centro que los niños abandonan en Sexto en dirección a Oviedo. "Tienen tres opciones. Los institutos Aramo, Doctor Fleming o Alfonso II y a la hora de solicitar tienen que marcar su preferencia", explica Inés Fernández.

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Alumnos: 68

Profesores: 13

Personal no docente: 8

Cursos que se imparten: segundo ciclo de Educación Infantil y toda la etapa de Primaria

Algunos de los alumnos, los de Olloniego, tendrán que empezar a utilizar el transporte para trasladarse a estudiar a la capital de la región, situada a la misma distancia, más o menos, que Mieres. Otros ya utilizan ahora el microbús o el taxi desde los núcleos donde residen hasta el centro y todos ellos comen en las instalaciones.

Luis Gómez y Daniel Cuerdo son dos de los estudiantes que pronto empezarán una nueva etapa educativa en el IES. "La asignatura que más me gusta es matemáticas", dice Cuerdo mientras su compañero se decanta por la Educación Física. La plantilla de docentes tiene "estabilidad y hay buen ambiente de trabajo", asevera Inés Fernández. Cuatro de ellos trabajan en el colegio media jornada.

En el centro Narciso Sánchez, que concentró en los años 70 la actividad de toda la zona al ser clausuradas varias escuelas del entorno, funciona un banco de libros de texto. Este proyecto lleva varios años ya de rodaje y "permite que los libros pasen de unos alumnos a otros". Y los volúmenes "quedan en buen estado para volver a usarlos", remarca. "Cuidar el material" es una de las normas que rigen en las clases, plasmadas en un documento en la pared y firmado por los propios alumnos. Junto a ella figuran otras como "ayudarnos y compartir".

En las paredes, las pantallas digitales conviven con un pequeño «Museín», con obras de arte de pequeños artistas

Para el recreo, se preparan diferentes juegos dependiendo del día. Balonmano, el pañuelo o encestar bolas con manoplas son tres de las opciones. Los niños disponen de dos patios para el tiempo de descanso, los más pequeños en uno y desde Segundo a Sexto en otro. Son patios descubiertos.

El centro, que aplica el programa bilingüe, dispone de amplios espacios para desarrollar las actividades lectivas e incluso pretende poner a disposición de los habitantes de Olloniego su biblioteca. Ya se ha habilitado un acceso independiente pero falta que se designe a una persona encargada de atender la instalación durante unas horas, señala Inés Fernández.

Dispone de un salón de actos espacioso donde, afirma la directora, "se organizan varias actividades durante el año". Y en todos con colaboración de las familias de los alumnos. Al colegio de Olloniego han ido llegando en los últimos años pantallas digitales para su instalación y uso en cada aula. Los alumnos de quinto curso miran a la suya mientras su tutor, Roberto Veiga, busca los contenidos que van a estudiar en la siguiente hora de clase. Al lado de la pantalla digital, en papel los mapas físicos y políticos de España.

Pili Montes, la cocinera, lleva tres décadas en el colegio: «Preparo la comida para los hijos de alumnos que estaban cuando empecé a trabajar»

Pero en las paredes hay también mucho arte. El de los alumnos de Infantil que participaron el curso pasado en el proyecto "El Museín", basándose en las obras del Museo de Bellas Artes de Asturias, entre ellas "Mosquetero con espada y amorcillo", de Picasso. "Estamos muy contentos con esta iniciativa y volveremos a participar", dice Teresa García, tutora del aula de 4 y 5 años, que junto con Carmen Alonso se ocupa de la enseñanza en la etapa de Infantil. "Con el Bellas Artes a todas partes" era el nombre del proyecto presentado, que se puede contemplar en el centro y que en unos meses se ampliará con nuevas "obras de arte" elaboradas por los niños en clase.

A unos metros es Duli Álvarez, la conserje, la que cuida con mimo la estética de la zona en la que trabaja. "Me gusta decorarlo un poco", manifiesta junto al rincón en el que se ha instalado una casa con ornamentación navideña, un árbol y nieve. Álvarez lleva quince años trabajando en el colegio. Cuando llegó la matrícula era menor que la actual "pero hubo épocas en que acudían a clase unos 400 alumnos". Se utilizaba entonces un edificio próximo, que tenía también viviendas para los maestros.

La directora del centro hace hincapié en el "éxito" del programa Concilia que organiza el Ayuntamiento, para el que se ceden las instalaciones. "Se desarrolla por las tardes y abre también en jornadas no lectivas, ofreciendo diversas actividades a los niños de la zona", sostiene.

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