Los lunes, al cole

En San Claudio son campeones en asturiano y hablan de Picasso en inglés

El colegio, con 139 alumnos, se alzó en 2022 con la olimpiada de redacción en llingua y vuelve a estar representado en la final

El colegio de San Claudio es campeón olímpico de asturiano. El concurso escolar de redacción "Urbano Rodríguez" premió el curso pasado, en su retorno ocho años después, a una alumna del centro, Daniela González Villota, que cursaba entonces Sexto. Fue la ganadora del certamen organizado por la Academia de la Llingua para estudiantes de Primaria, y su compañero Diego Méndez Fernández fue tercero. Otras dos alumnas del centro participarán en una nueva edición de la prueba el próximo miércoles. Son Lola Álvarez y Ana Menéndez, de quinto, que junto con su profesora de Lengua Asturiana, Lucía Menéndez, se desplazarán al Museo Arqueológico para disputar la final.

"Estos días estamos preparando el concurso", aseguran las dos alumnas. Ya han superado una primera fase, en su centro, donde elaboraron las redacciones siguiendo las consignas trasladadas por la Academia de la Llingua. Y ahora se reunirán con todos los aspirantes a ganar la olimpiada de escritura en asturiano. En el colegio de San Claudio, que tiene 139 alumnos, alrededor de medio centenar cursan la asignatura.

"Trabajamos sin libros de texto en Llingua. Solo los usamos en primero y segundo y en el resto tenemos proyectos", explica la profesora. Tanto a Ana Menéndez como a Lola Álvarez les gusta estudiar con esta metodología, "buscando información y exponiéndola después", señalan. De esta forma, "se aprende a hacer equipo", indica Lucía Menéndez, que destaca que se recurre en ese trabajo a "muchas aplicaciones tecnológicas" y se pueden "abarcar muchos contenidos".

A un par de aulas de distancia, se habla inglés y sobre una obra de Picasso. Enrique Quirós, tutor de tercero, imparte Educación Artística, una de las asignaturas que los estudiantes tienen la opción de cursar dentro del programa bilingüe en la lengua de Shakespeare junto con Ciencias de la Naturaleza, además de la propia del idioma. En una de las pantallas táctiles de las que dispone el centro se muestran varios cuadros del artista malagueño. En otra aula aparece en uno de esos dispositivos un dibujo que los alumnos de 4 años tienen que colorear en un papel. La profesora Verónica García va dando las indicaciones en inglés.

La pantalla táctil está siendo utilizada también en otra de las aulas donde los dieciséis estudiantes de sexto curso asisten a una charla de educación vial impartida por la Policía Local. El edificio del colegio de San Claudio es uno de los de construcción más reciente del concejo, ya que fue inaugurado en septiembre de 2002. Hasta entonces la actividad docente se desarrollaba en una construcción de finales del siglo XIX, que empezó a funcionar como fundación privada ante un crecimiento demográfico propiciado por la extensión de la actividad industrial a la periferia rural (en la fábrica de vajillas llegaron a trabajar 600 personas).

Tras pasar a ser público, tuvo otra etapa en la que funcionó como centro rural agrupado (CRA), del que formaban parte también las sedes de Caces, Santa Marina de Piedramuelle y Sograndio. No fue hasta el curso 2005-2006 cuando, al cerrar el aula de Caces, la que quedaba de las tres anteriores, empezó a denominarse colegio público San Claudio.

Ahora, con nueve unidades, es "un centro pequeño, en el que hay buen ambiente", afirma Cristina Morán, profesora de Audición y Lenguaje, de las más veteranas tras 14 años. Cuando estudiaba Magisterio, remarca, "ya quería trabajar aquí, que era entonces todavía CRA". Y pocos años después pudo recalar en el colegio que, "desde entonces, tiene una matrícula bastante estable, con veinte arriba o abajo". Para Laura Martínez, tutora de Sexto, es su primer curso en el centro. "Es muy familiar, con pocos alumnos", indica ante los dieciséis estudiantes matriculados en ese nivel.

La clase con mayor número de alumnos reúne a 18, apunta el equipo directivo, que añade que esta ratio "permite una enseñanza más individualizada". Además, según la profesora Nieves López, "es más fácil coordinarse". El centro "se asemeja a una escuelina", añade. Está instalado en la zona rural pero a escasos siete kilómetros del casco urbano, y la dirección resalta la "implicación" de la asociación de padres en las actividades que se desarrollan.

Alrededor de 90 alumnos del centro utilizan el servicio de comedor. Entre ellos los 30 que viven en núcleos del entorno, a los que llega el transporte de la ruta escolar. Todos esos pueblos (desde Las Caldas a Villamar) están ubicados en un mapa, elaborado por los estudiantes, que se puede consultar a la entrada del centro.

Cuando finalizan la formación en el colegio de San Claudio, los alumnos continúan con sus estudios en el IES Aramo, que es el centro adscrito. Con la inauguración del IES de La Florida para el siguiente curso escolar, este sería el equipamiento más cercano, a menos de cinco kilómetros.

En septiembre se inauguró en el colegio, donde se desarrolla el programa Concilia, un nuevo espacio cubierto en el exterior que se utiliza en los recreos cuando llueve y las peticiones se centran ahora en el repintado de las pistas. El equipo directivo trabaja en la puesta en marcha del proyecto "Patios cero, cero", en el que se plantea "cero residuos y cero aburrimiento", con el fomento de juegos. "Se presta mucha atención al deporte", apunta. También se trabaja en juegos de mesa. Un grupo de estudiantes ha ideado y está confeccionando dos nuevos pasatiempos.

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