La importancia del profesor para aprender inglés: estos son los criterios que debes seguir para elegir al docente perfecto

En York Idiomas te dan las claves para que tu aventura con el idioma sea todo un éxito

Una profesora de York Idiomas dando clase a una alumna

Una profesora de York Idiomas dando clase a una alumna / Cedidas a LNE

C. A

Detrás de la mayoría de los casos de éxito profesional, artístico, deportivo, etc…es habitual encontrar maestros, entrenadores o profesores entregados que los propiciaron o inspiraron en gran medida, a veces sin tan siquiera ser conscientes de ello. Desde Albert Camus, quien escribió a su maestro de primaria, Monsieu Germain, al obtener el Premio Nobel para darle las gracias, hasta Rafa Nadal, sin cuyo entrenador no habría llegado a ser el mejor, pasando por Bill Gates o la cantante Adele, todos ellos han mostrado públicamente su agradecimiento a estas personas que marcaron su vida desde la infancia o juventud.  Y sin irnos tan lejos, cualquier persona recuerda a algún maestro o profesora que les marcaron o inspiraron de alguna manera en su desarrollo educativo o vital.

Partiendo de esta premisa vamos a adentrarnos en el mundo del aprendizaje de inglés para abordar a continuación los principales elementos que se deben tener en cuenta para valorar si ese teacher que nos da clase, o que enseña a nuestros hijos está realmente a la altura de su responsabilidad. No se trata de una lista exhaustiva, pero resume algunos elementos fundamentales.

Hoy en día hay una saturación de oferta de clases de inglés a nuestro alcance, y por eso es esencial contar con algunos criterios claves para saber reconocer a un buen profesor o profesora de inglés. Si no lo haces ya, tenlos en cuenta a la hora de elegir clases de inglés para ti o tus hijos.

Una profesora de inglés en la academia York Idiomas

Una profesora de inglés en la academia York Idiomas / Cedidas a LNE

Formación y experiencia

Un buen profesor de inglés debe dominar la lengua que imparte, conocer a fondo su gramática, tener un vocabulario rico, una pronunciación y entonación excelentes y, en definitiva, sentirse cómodo y seguro en el idioma que imparte. O dicho de otra manera, debe ser bilingüe. Ahora bien, no basta con eso, ya que saber hablar inglés no es lo mismo que saber enseñarlo.

Como cualquier buen profesional el profesor o profesora de inglés debe tener la formación adecuada y contar con un mínimo de experiencia. Para ello ha de contar con un título universitario relevante (Filología, Estudios Ingleses, Maestro/a especializado en inglés,...), así como una especialización en enseñanza de inglés como segunda lengua (títulos como el CELTA, DELTA, TESOL, TYLEC, TKT,…), en los que no solo haya aprendido a dominar el idioma sino también a preparar sus clases, a adaptar metodologías, gestionar dinámicas de grupo, elegir recursos, evaluar, comunicar con claridad, saber simplificar conceptos complejos, etc..

En cuanto a la experiencia, si va a ser el único docente en el aula debería al menos contar como mínimo, con 1 curso completo como profesor/a.. Además, la experiencia debe ser relevante -con niveles y edades similares a los que va a impartir- y acreditada –con buenas referencias comprobables-. Solo así tendremos una garantía de que dispone del conocimiento y tablas necesarias para llevar una clase y enseñar.

Pregúntale a tu profesor/a particular o en tu academia qué formación y qué experiencia tiene tu teacher, no te conformes con una persona que habla inglés mejor que tú.

Los conocimientos son esenciales para cualquier docente, pero no menos importantes son las habilidades (soft skills en inglés) en las que un buen profesor debe destacar. Veamos las más importantes.

Un alumno aprendiendo inglés en la academia York Iidomas

Un alumno aprendiendo inglés en la academia York Iidomas / Cedidas a LNE

Paciencia y empatía

Solo una persona paciente será capaz de atender adecuadamente las diferentes capacidades, conductas y necesidades dentro de un mismo grupo, especialmente si se trata de niños o adolescentes. Aprender un idioma requiere tiempo y esfuerzo, y el profesor debe ser el primero en asumir esta realidad y mostrar con su ejemplo un rasgo que ha de acompañar a cualquier persona que aprende algo. Además, sin paciencia se caerá enseguida en la frustración, uno de los peores enemigos del docente. Un buen profesor responderá a las preguntas de sus alumnos y, si algo no queda claro, encontrará un modo distinto de explicarlo.

En cuanto a la empatía,  quizá constituya la principal soft skill que se le debe exigir a cualquier profesor. Un buen English teacher debe poder entender cómo se sienten y qué expectativas tienen sus alumnos. Su misión principal no es otra que sacar lo mejor de ellos mediante diversas estrategias de enseñanza. Para ello debe esforzarse en crear y mantener buenas relaciones con sus estudiantes basadas en la confianza mutua, interesarse por ellos, ser cercano y crear un ambiente sano e inclusivo en el que cada alumno sienta que forma parte del grupo. Solo en un entorno en el que la comunicación alumno-profesor fluya sin miedos ni interferencias podrán los alumnos sentirse seguros y con confianza en el aula, sin miedo a preguntar, participar o equivocarse.

Aprender un idioma requiere tiempo y esfuerzo

Flexibilidad y capacidad de adaptación

Un buen profesor –paciente y empático- sabe bien cuál es su audiencia y se adaptará adecuadamente a la edad, el nivel y las particularidades de cada alumno y grupo. Incluso sabrá adaptarse a los cambios de energía, actitud o humor que los alumnos, como cualquier persona, tienen a largo del curso.

Los estudiantes y los grupos tienen dinámicas y características comunes o parecidas entre sí, pero también diferencias y particularidades que hay que atender. Por eso el profesor sabrá gestionar y tendrá en cuenta dichas diferencias en su plan de clase, adaptando actividades, recursos, estrategias y enfoques. Igualmente, el dominio de un idioma nunca es lineal sino que lo habitual es que haya diferencias entre las destrezas (oral, escrito, gramática, vocabulario,...).

En resumen, un buen profesor sabrá incorporar todas esas variables a su plan de clase, aprendiendo de sus errores y disponiendo de alternativas a lo que tenía planeado inicialmente. Por supuesto que para ello será necesario que la metodología seguida y los recursos y materiales utilizados permitan dicha flexibilidad. Una metodología demasiado rígida y repetitiva encorsetará al profesor, desmotivándole e impidiendo que desarrolle su trabajo como debe.

En la práctica, es responsable de dar el apoyo necesario a cada alumno en su proceso único de aprendizaje del idioma, comprendiendo los diferentes ritmos, así como las principales debilidades y fortalezas de cada alumno/a.

Varios alumnos y el profesor de inglés en York Idiomas

Varios alumnos y el profesor de inglés en York Idiomas / Cedidas a LNE

Motivación y control del aula

La motivación y el control del aula son dos elementos fundamentales para que la experiencia y los resultados del aprendizaje sean óptimos. Ninguna clase podrá funcionar si el profesor no lleva el control de las dinámicas del grupo, no hace cumplir las normas establecidas/acordadas previamente, o no pone fin a la mala conducta en clase, en caso de producirse.

Especialmente cuando se trata de niños y jóvenes el profesor deberá establecer de forma clara las expectativas y los límites a sus alumnos, así como saber gestionar y resolver los problemas de ese tipo que puedan producirse. El liderazgo del profesor debe proyectarse también en el classroom management. El profesor debe ser una figura de autoridad en el aula, y ejercerla de forma justa, respetuosa y previsible, pero asertiva.

Sin embargo, no basta con tener la clase bajo control, hay que tener a los alumnos motivados. El profesor debe proyectar sobre la clase su pasión por el idioma, debe transmitir las ganas de aprender y la ilusión por mejorar, mostrar que un idioma es una puerta que se abre al mundo. Los alumnos deben percibir de su teacher que hablar inglés es una ventaja para su vida, que tiene una aplicación y utilidad práctica real e inmediata.

El siguiente paso es que la clase en sí sea dinámica e interactiva, que se adapte bien a las expectativas y necesidades de los estudiantes. Para ello los materiales empleados por el profesor serán interesantes y atractivos, las actividades variadas y participativas, combinando diferentes tipos de ejercicios dirigidos a las diferentes destrezas y áreas de aprendizaje del idioma. Aquí debemos referirnos a todos los puntos anteriores ya que cuanto más destaque en ellos mejor podrá motivar a sus alumnos con sus clases.

A estas habilidades se podrían añadir otras como la creatividad o las habilidades organizativas, pero nos quedamos con las ya expuestas como las fundamentales.

Si estás pensando en apuntarte –o a tus hijos- a inglés, o tienes dudas sobre tu profesor/a o academia actual, espero que este artículo te haya sido útil.