Entrevista | Jorge Ruiz Cantante de "Maldita Nerea", terapeuta y maestro en audición y lenguaje; actúa mañana en Oviedo

"En un concierto mío el chico de la entrada me pidió la acreditación; me pareció súper sano, genial"

"Conozco bien la oscuridad, la viví durante años, así que aprendí a fijarme más en la luz que es lo que de verdad tiene sustancia"

Jorge Ruiz.

Jorge Ruiz. / Elena San Emeterio

El murciano Jorge Ruiz es cantante, compositor y fundador del grupo musical "Maldita Nerea", además de terapeuta y maestro de Audición y Lenguaje. Es un apasionado del conocimiento y de la evolución humana, así como de la psicología y de la filosofía y acaba de publicar nuevo disco "Manual para seres maravillosos". Un LP que forma parte de su constante apuesta por la creatividad y su inclusión en las aulas. Ruiz inundará la sala Estilo con su música mañana viernes, a partir de las 22.30 horas. Un concierto para el que ya están todas las entradas vendidas.

–¿Tiene ganas de compartir en Oviedo su "Manual para seres maravillosos"?

–Sí, de hecho hace varios años que no toco ahí y surgió como elección, porque necesitaba una ciudad cercana a Galicia, que hiciera de nexo con Santiago. Y Oviedo era un reto. Aunque al principio no sabíamos qué iba a pasar, porque los proyectos no funcionan igual en todas partes. Además, nuestro público es esencialmente joven así que cuando visitamos una ciudad en la que hace tiempo que no tocamos vamos a salas más pequeñitas. Cosa que les choca mucho a algunos compañeros, porque la semana siguiente vamos al WiZink de Madrid. Pero lo cierto es que "Maldita" tiene que empezar de cero siempre, así que estoy muy contento de que Oviedo esté lleno y el WiZink a puntito.

–¿Cómo se vive ese cambio de sala pequeña a sala grande?

–Para mí lo importante es estar cerca del público. En recintos muy grandes a veces no es tan sencillo, pero en mi opinión la cercanía la da que la gente cante contigo. Toco madera para que así suceda en Oviedo y en el WiZink muy raro sería que no pasase. Aunque sean espacios diferentes las energías son parecidas y yo me siento uno más, que es algo con lo que soñé desde niño: que el artista no tuviese tanta relevancia y que fuese más bien un "nosotros". Eso se da cuando cantamos todos juntos.

Jorge Ruiz, cantante de "Maldita Nerea".

Jorge Ruiz, cantante de "Maldita Nerea". / .

–La importancia de crear comunidad y el anonimato…

–Son dos cosas muy importantes para mí. De hecho, una de las veces que toqué en el WiZink entré andando por la puerta y el chico de la entrada me pidió la acreditación ¡Qué genial! La verdad es que me pareció súper sano. También me han dicho alguna vez aquello de: "Te pareces al de Maldita Nerea" y yo respondo: "Sí, me lo dicen mucho" y me voy. Y también me parece muy sano porque yo quiero ser libre, como todo el mundo, y la fama no te da libertad, te esclaviza. Esa es la gran ventaja. También tiene un inconveniente y es tener que empezar desde cero cada nuevo proyecto, porque nosotros somos una tortuga gigante y un montón de canciones.

–Y la primera de este disco, "Inevitable", tiene una colaboradora muy especial.

–(Ríe) Fue completamente accidental, en principio la iba a cantar con Inés Domínguez que es una niña con la que trabajo desde hace años, porque intento dar impulso también a otros artistas noveles, pero ya le ha cambiado la voz, es más adolescente, no tan infantil y no cuadraba del todo con el tono que quería darle a la canción. Me fui a casa un poco desesperado y de repente apareció mi niña canturreando. Es una torpedo, digna hija de su madre, y la primera mujer que conozco desde el principio. Cuando ella nació también empecé de cero. Ahí se me encendió la bombilla y esa energía que tiene, muy potente, ha quedado reflejada en la canción. Cuando la estaba grabando no daba crédito, pensaba; esto tiene que salir.

–Y con esa canción, de hecho, han promovido un concurso en colegios para que la usen como recurso didáctico. ¿No?

–La infancia es mágica, los niños son mágicos y hemos tenido la suerte de que la canción cantada por ellos es mucho más profunda. En este caso nació todo de esa colaboración, que además ha servido como impulso educativo con ese concurso.

–¿De dónde surge esa positividad tan característica de su trabajo y su música?

–Creo que venía un poco de serie, osea, yo no le doy tanto mérito una vez que he aprendido que vengo con esto. Sí es cierto que conozco muy bien lo que es la oscuridad, porque lo viví durante años, así que aprendí a fijarme más en la luz. Es lo que de verdad tiene sustancia. Un día escuché una máxima filosófica: La oscuridad es menor presencia de luz, pero no tiene presencia en sí misma. Y me cambió la vida.

–Pero su disco incluye una canción "oscura", "Duele".

–Es una de las pocas, por no decir la única, que yo escribo desde donde no hay luz, que es el fondo del pozo. Allí lo que había para mí era dolor, pero es una canción muy extraña en mi repertorio. Creo que no es una cuestión de ser positivo o no, a mí lo que me interesa es el amor porque estoy enamorado. No puedo escribir sobre algo que no tengo. Es más difícil atraer interés, porque el cerebro está preparado para enfocar la atención en aquello que te hace sortear peligros, por eso si yo te cuento lo mal que estoy capto tu atención. Pero me parece mucho más interesante hablar del amor en positivo. ¿Y qué es el amor? Inevitable, insuperable, la rima sale sola. Y si no quieres decir nada pues no hables (ríe). Es un juego de palabras que va rodado. Este tipo de cosas que suenan como muy pop son profundas y ancestrales porque el ser humano nunca deja de formarse.

Suscríbete para seguir leyendo