Los allegados del detenido por quemar el Naranco: "Jamás sospecharíamos de él"

Vecinos de Llanera se dicen "perplejos" por el arresto de "alguien de lo más normal", al que atribuyen un gran apego al deporte y la naturaleza

Incendio en el Naranco.

Incendio en el Naranco. / Irma Collín

"Perplejos". Así dicen sentirse algunos allegados de la familia del llanerense detenido este jueves como único sospechoso de provocar el gran incendio que calcinó 100 hectáreas del Naranco el pasado 31 de marzo. Amigos y conocidos de los padres y hermanas de J. P. G. califican al hombre, de 44 años de edad, como "alguien de lo más normal" del que destacan su apego al deporte y a la naturaleza.

"Jamás sospecharíamos de él", explicó una vecina de Ables, la localidad llanerense de la que es originario el sospechoso.

Quienes conocen al investigado desde la infancia hablan de un gran deportista, habitual de carreras y salidas a la montaña, entre ellas al Naranco. Las mismas fuentes señalan que desde hace unos años J. P. G. vive fuera del concejo con su pareja, si bien sus visitas a Llanera son habituales e incluso se encarga de colaborar en el cuidado de caballos propiedad de su familia.

Dicen no creer todavía al cien por cien los rumores de que tras las iniciales J. P. G. está el que fuera su vecino. Del mismo afirman haber oído que trabaja como autónomo, pero las versiones sobre su dedicación varían. Hablan de un manitas capaz de reparar todo tipo de maquinaria agrícola, pero también de un profesional del metal. "Me dijeron que era tornero o algo así", relata una mujer, actualmente residente en Posada de Llanera.

La investigación conjunta de Guardia Civil y Policía Nacional que propicio el arresto más de diez meses después del incendio apunta a que el investigado provocó un segundo fuego en la zona de Andorciu, una localidad vecina de Ables, entre hora y media y dos horas después de causar las primeras llamas en la parte alta del Naranco.

Los vecinos de la zona, sin embargo, se muestran cautelosos. "A ver en que para el juicio. Hay dos cosas que nos extrañan: el incendio en verdad fue en la zona de Regidorio y no entendemos por qué tardaron tanto en detenerlo si estaba tan clara la investigación", reflexionó una habitante de Andorciu en medio de un corrillo con otros residentes de la zona para comentar la noticia de LA NUEVA ESPAÑA sobre la detención del presunto autor de ambos fuegos.

La Fiscalía y la jueza estuvieron de acuerdo en enviar al investigado a prisión provisional ante el "elenco de indicios aplastante" de la autoría, así como el riesgo de fuga al constituir los hechos un delito de incendio forestal con afectación a zonas próximas a núcleos de población, para los que se contemplan penas de entre 10 y 20 años de cárcel.

La geolocalización del móvil y las grabaciones de varias cámaras de seguridad de la Policía Local de Oviedo dan fe de la presencia del acusado en el lugar y el momento del origen de las llamas de ambos incendios. Sin embargo, no hay, al menos hasta ahora, ninguna hipótesis sobre los motivos que habrían llevado al sospechoso a poner en riesgo decenas de vecinos de zonas como Cuyences o Fitoria, que llegaron incluso a ser desalojados aquella madrugada.

No obstante, desde el entorno del hombre enviado a prisión dan un voto de confianza e instan a esperar a la resolución judicial. "Si la investigación duró tanto tiempo igual no está tan claro que quisiera quemar el monte", reflexiona en voz alta un vecino, a la vez que pide "una condena ejemplar" si finalmente se demuestra su autoría de unos hechos "tan gravísimos".

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