Oviedo se transforma en un "Río" por Carnaval: los mejores disfraces y todo lo que pasó en el desfile

Una boda por todo lo alto de los vecinos de San Claudio triunfa en un desfile multitudinario con calor y mucha samba 

Así se vivió el Carnaval en Oviedo

Miki López

Cuando entre los miembros de la Banda de Gaitas de Oviedo hay un plátano soplando el fuelle y un guerrillero bigotudo acompañándole al tambor no es difícil imaginarse lo que viene detrás. Vikingos recién llegados desde el barrio de Otero, un colorido panal de abejas de Tudela de Agüeria, coches de choque de La Argañosa o un grupo de Barbies de Ciudad Naranco, entre otros muchos antroxeros, tomaron parte ayer en uno de los desfiles de Carnaval más multitudinarios de los que se recuerdan en Oviedo. En la ciudad no hay sambódromo, pero hubo quienes, envalentonados por la euforia, llegaron incluso a compararlo con la fiesta de todas las fiestas. «La calle está a reventar de gente, luce un sol de verano y estamos bailando a ritmo de samba, ¡esto parece Río de Janeiro!» decía Manuel Rodríguez, de Vallobín, mientras movía el esqueleto, disfrazado de superhéroe, al ver pasar los tambores de «Os Brasileiros» de Gijón.

Los integrantes de los centros sociales de la ciudad llevaban meses preparándose para el desfile de ayer y quedó de sobra demostrado que todo ese trabajo mereció la pena. Los vecinos de San Claudio organizaron incluso una boda por todo lo alto en mitad de la calle Uría. Varios integrantes del grupo se disfrazaron de trozos de tarta y al juntarse formaban un pastel del que salía una pareja de novios. Esteban Álvarez y Paula González, los recién casados, bailaron después agarrados el «Vals de las mariposas» ante los camareros, los cocineros y los invitados al peculiar enlace. «¡Mira mamá hay uno disfrazado de botella de champán!», decía a gritos la pequeña Lucía Castro, que observaba desde una acera atestada de gente. La niña, que iba de princesa, no se fijó bien del todo. «Es sidra achampanada porque somos asturianos», le dijo entre risas uno de los integrantes del grupo.

La puesta en escena y la calidad de los trajes les sirvió a los de San Claudio para llevarse el primer premio en la categoría de centros sociales. «Están de maravilla da gusto verlos», vaticinaba horas antes de conocerse la decisión del jurado la langreana María Bernardo.

La esencia del Carnaval es la risa y el disfrute, algo que cumplieron a rajatabla los representantes del Centro Social de Ciudad Naranco. «Somos un juguetín», decían Pepe Rodríguez y Mario Álvarez, disfrazados de Barbies y metidos en una caja, todavía con el plástico sin abrir. A su alrededor, hasta 44 personas con vestidos rosas emulaban las diferentes personalidades de la conocida muñeca, protagonista de una película con ocho nominaciones a los Oscar. «A nosotros nos van a dar el de mejores actrices de reparto», bromeaban Mario y Pepe disfrutando de una fiesta muy trabajada. «Estuvimos durante más de dos meses preparando los trajes y eso requiere esfuerzo, pero también forma parte del Carnaval», explica Marisa Álvarez, que es la presidenta de la Asociación de Vecinos del barrio y ayer salió en el desfile. Los de Ciudad Naranco quedaron en segundo lugar en la categoría de centros sociales. 

A toda velocidad llegaron a la calle Uría un grupo de amigos de Oviedo montados en Vespas hechas a mano. También llegaron «zumbando» las abejas de Tudela de Agüeria y los representantes del valle de Turón, que se trajeron a la capital del Principado una máquina de tren a vapor con una gogotera y varios altavoces para hacer bailar al público al ritmo de las canciones de moda. «¡Venga hombre, los de la acera, moved un poco la cintura que estamos de fiesta!», repetía uno de los turoneses para animar al público. Los duendes mágicos del Cristo y los chavales del Centro de Apoyo a la Integración del Naranco, que iban de los personajes de «Alicia en el país de las maravillas», también se ganaron los aplausos durante el desfile de ayer.

Los premiados del Carnaval de Oviedo

  • Categoría individual. Primer premio: «Carnaval Mágico» (300 euros); segundo: «Bumble Transformer»(200 euros); tercero: «Mary Poppins» (100 euros).  
  • Grupos. Primer premio: «Niembru, ¿dígame?» (1.100 euros); segundo: «Los Fruichis» (800 euros); tercero: «La caravana del amor» (500 euros); cuarto: «Locos por Asterix» (200 euros); quinto: «Muyeres en Vespa» (100 euros).
  • Centros sociales. Primer premio: «La tarta del sí quiero», San Claudio (1.000 euros); segundo: «Barbies», Ciudad Naranco (800 euros); tercero: «Desembarco Vikingotero», Otero (500); cuarto: «Coches de choque», La Argañosa (300 euros); quinto: «Los duendes mágicos», El Cristo (250 euros); sexto: «Ules da la vuelta al mundo», Ules (150 euros); séptimo: «Willy Wonka y los Umpa Lumpa», La Manjoya (150 euros); octavo: «Animación callejera», Vallobín (150 euros).   

Los hermanos Cintia y Darío Pérez, de Corvera, se pasearon por Oviedo vestidos de Mary Poppins y el deshollinador cantando con un megáfono la enrevesada canción de la película. «¡Supercalifragilisticoespialidoso!», gritaba la chica con un disfraza planchado. «La verdad es que da gusto venir. Hay muchísima gente en la ciudad y mucha gente participando en el desfile», aseguraba Darío entre el ruido de los tambores y la samba del grupo «Xareu del Ñeru», de Gijón. Ayer también formaron parte de la comitiva los vecinos de Ules –disfrazados de bolas del mundo y bailando al ritmo de la canción de los dibujos animados de Willy Fog– y otros muchos antroxeros que vinieron de fuera de Oviedo, como la aldea gala de Tapia de Casariego.  

Después de todo el jaleo pasaron los miembros del Centro Social de la calle Campomanes, que iban disfrazados de brigada de limpieza de Cogersa, para no dejar rastro. Ian Vasquez, de tres años llevaba una escoba que doblaba su estatura. «No hay manera de que la suelte», decía su madre con una sonrisa.  

Carnaval en el colegio La Gesta.

Carnaval en el colegio La Gesta. / LNE

Carnaval en el colegio La Gesta.

Carnaval en el colegio La Gesta. / LNE

Los alumnos del colegio Gesta celebran su Carnaval por adelantado

Los alumnos del colegio Gesta celebraron el viernes su propio Carnaval por adelantado. Los niños del centro disfrutaron de una jornada repleta de actividades en la que no faltó el tradicional desfile y una chocolatada para todos los alumnos participantes. Hubo disfraces de todo tipo, muchos de ellos desbordantes de creatividad. En el Carnaval del colegio Gesta tomaron parte todos los alumnos del centro y también muchos de los profesores, que no dudaron en sumarse a la fiesta caracterizándose para la ocasión. El buen tiempo permitió que todas las actividades se desarrollasen en el patio del colegio, aunque las clases también se decoraron con motivos antroxeros.