El género chico se estrena a lo grande en el Campoamor

Aplausos y ovaciones para "La Gran Vía" y "Adiós a la bohemia", el doble programa inaugural de la temporada

Escena de «La Gran Vía», con Milagros Martín (Doña Virtudes), en el centro, y, a sus pies, Carlos Mesa (paseante en Corte), a la izquierda, y Borja Quiza (caballero de Gracia).

Escena de «La Gran Vía», con Milagros Martín (Doña Virtudes), en el centro, y, a sus pies, Carlos Mesa (paseante en Corte), a la izquierda, y Borja Quiza (caballero de Gracia). / Fernando Rodríguez

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

El género chico triunfó a lo grande en el estreno de la temporada de zarzuela del Campoamor. El 31.º Festival de Teatro Lírico español que organiza la Fundación Municipal de Cultura de Oviedo, con la colaboración de LA NUEVA ESPAÑA, debutó ayer con mucha gracia y mucha guasa. "La Gran Vía", con un texto puesto al día y salpicado de referencias a la más palpitante actualidad, entretuvo y divirtió a los espectadores, mostrándoles qué poco hemos cambiado desde que Chueca y Valverde idearon ese ingenio "cómico-lírico" y "fantásico-callejero" y lo estrenaron, en el madrileño teatro Felipe, allá por 1886. En esa primera parte del programa doble que inauguró el festival, la más popular, el público salpicó la función de risas y aplausos. Al caer el telón los hubo para todo el elenco, pero los más entusiastas fueron para Milagros Martín, que, muy en su papel de Doña Virtudes, los agradeció volteando su mantilla. Con el segundo título cambió el tono de la noche. "Adiós a la bohemia" dejó a la audiencia sobrecogida, y aquí los aplausos y las ovaciones fueron más encendidos, sobre todo para la pareja protagonista Vanessa Goikoetxea, como la Trini, y Borja Quiza, como Ramón, y también para David Lagares, interpretando al vagabundo que narra su historia.

Una vista general del público en el teatro Campoamor minutos antes del comienzo de la función. | Luisma Murias

Una vista general del público en el teatro Campoamor minutos antes del comienzo de la función. / Luisma Murias

Pero quizá quien más aplausos acaparó en la noche de ayer fue el director musical de la función, Víctor Pablo Pérez, muy estimado en la ciudad y que se puso al frente de Oviedo Filarmonía en ambas partes de esta nueva producción.

En la primera abundaron la sátira política y social, los tipos pintorescos y los tópicos sobre Madrid y sus gentes, tradicionales y contemporáneos. Hubo chotis, referencias al desfile del Orgullo, sirvientas, pijos y rateros, alusiones al Alcalde y la presidenta de la Comunidad –los actuales, por supuesto–, y entre broma y broma, patines y bicicletas. La función marchó sobre ruedas.

El director artístico, Ignacio García, creó para "La Gran Vía" una escenografía animada por proyecciones y por el trasiego de los personajes que iban y venían por ella. En el segundo título recreó un ambiente más canalla: el interior de un sórdido cafetón donde los protagonistas, a dos voces, se despiden de su juventud y de sus sueños. El director de escena traslada el lirismo de la obra al patio de butacas, con la complicidad del coro –la Capilla Polifónica "Ciudad de Oviedo"–, que tiene un papel muy principal en ambas obras.

Borja Qiuiza (Ramón) y Vanessa Goikoetxea (Trini), en un pasaje de «Adiós a la bohemia». | Fernando Rodríguez

Borja Qiuiza (Ramón) y Vanessa Goikoetxea (Trini), en un pasaje de «Adiós a la bohemia». / Fernando Rodríguez

En "Adiós a la bohemia" el libreto que Pío Baroja escribió en 1933 y al que puso música Sorózabal, componiendo unas canciones emocionantes y tristísimas, está cargado de autenticidad, reproduciendo el habla coloquial de los bajos fondos madrileños de la época en la que se sitúa la acción y dedicando una mirada compasiva a los protagonistas.

En el reparto de "La Gran Vía", el dramaturgo Maxi Rodríguez, de Mieres, experimentado en la composición de zarzuela, aparece haciendo gala de dotes actorales, como un gracioso paleto, mucho más avispado de lo que aparenta.

Entre los asistentes a la representación, en el palco municipal, estuvo el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli.

Mañana, sábado, a las 20.00 horas, habrá una segunda función de este programa doble con que Oviedo ha abierto su Festival de Zarzuela por todo lo alto.

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