Los "nómadas de lo vintage" acampan en el Calatrava: la Feria de Antigüedades recibe más de 2.000 visitas en su primera jornada

Algunos de los artículos estrella son las muñecas retro: "Linda pirula", "Mariquita Pérez" y su menos conocido hermano "Juanín", "Guendalina" y la primera de Famosa

Víctor Novo, natural de Candás, abre con extremo mimo una vitrina de cristal. Está plagada de relojes de bolsillo. Extrae cariñosamente uno de ellos, acompañado de una llave con la que se le da cuerda. "Tiene más de 100 años", dice, "creo que está más cerca de los 200". Se ve cómo las manillas giran, funciona. Todos ellos lo hacen, aunque cada vez es "más caro" y "más difícil" arreglar estas piezas antiquísimas. Víctor, además de relojes, tiene porcelanas, bisutería, cristalería. Es uno de los 40 expositores, unos "nómadas de lo vintage", que recorren España vendiendo objetos retro y que están en el Calatrava este fin de semana en la IX Feria de Antigüedades de Oviedo. El evento, en su primera jornada, atrajo a más de 2.000 visitantes, según informa su organizadora, Maricruz Madrid.

Hay asturianos, como Víctor, pero otros vienen de fuera y traen objetos mágicos. La vista se va a la esquina de un puesto, donde reposa un gramófono francés, íntegro de madera, de los años 40 del siglo pasado. Lo encienden y suena "Non, je ne regrette rien", de Edith Piaf, con un sonido tan cristalino que emociona y hace temblar la barbilla. "Lo conseguimos en Bayona, en una casa llena de cosas que no querían de una herencia", explica Paula Hernández, la expositora. La restauración de muebles es otra de sus pasiones y los muestra con orgullo pasada la puerta de la feria; el suyo es el primer stand según se entra, a mano derecha.

Qué decir de uno de los artículos estrella: las muñecas retro. "Linda pirula", "Mariquita Pérez" y su menos conocido hermano "Juanín", "Guendalina", la primera de Famosa: todas las de las jugueteras españolas están listas para pasar revista. Los culpables, Carmen Lorenzo y Antonio Suárez, unos expositores de Villaviciosa.

Otros, en vez de muñecas, gramófonos o relojes, ofrecen numismática, cámaras de fotos o discos. Eso les diferencia, pero algo grande les une: traer al presente lo mejor del pasado para que no se pierda en el futuro.

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