La antológica de Luis Fernández duplica los visitantes del Bellas Artes en su estreno

Más de 1.200 personas recorrieron la exposición entre el sábado y el domingo, rendidas a la "intensidad" y la "belleza" del pintor asturiano

Uno de los grupos que participaron, ayer por la mañana, en las visitas guiadas a la exposición de Luis Fernández.

Uno de los grupos que participaron, ayer por la mañana, en las visitas guiadas a la exposición de Luis Fernández. / Irma Collín

Chus Neira

Chus Neira

Sentimientos de "epifanía", de "intensidad" y de "belleza alucinada", en palabras del director del Museo de Bellas Artes de Asturias, Alfonso Palacio, inundaron este fin de semana a los primeros visitantes de la gran antológica dedicada a Luis Fernández, el pintor asturiano de mayor proyección internacional que nunca hasta ahora había tenido una muestra de estas características. La monumentalidad de la exposición (146 obras repartidas por dos plantas de la ampliación del museo procedentes de 43 prestadores distintos) recibió el respaldo del público, que en solo dos días ya duplicó el número habitual de visitantes de la pinacoteca asturiana. El viernes se contabilizaron un total de 702 visitantes y ayer por la mañana, de 11.30 a 14.30 horas, 534, lo que suma más de 1.200 personas en el primer fin de semana, el doble de los registros habituales de finales de febrero.

Palacio, comisario también de esta muestra que el Bellas Artes organiza junto a la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, celebró la "acogida extraordinaria" y la previsión de tres buenos meses por delante para disfrutar de Fernández ante una exposición marcada por "la ambición, el rigor y la calidad".

Así es la exposición de Luis Fernández en el Museo de Bellas Artes de Asturias: 146 obras para una de las muestras más ambiciosas de la pinacoteca

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Irma Collín

En esos primeros recorridos por la muestra, que el propio Palacio introdujo el sábado y que ayer domingo contó con las primeras visitas guiadas, la pinacoteca detectó dos tipos de público. El primero, conocedor ya de la obra de Fernández como creador sensacional, transmitió al museo que era la primera vez que accedían a la obra no de manera "fragmentaria o fragmentada". Es el público que conocía algunas de las obras del Bellas Artes o las que se pueden ver en el Reina Sofía o en algunas de las exposiciones temporales de la Fundación Telefónica. Pero con la nueva antológica, señalaban, podían entender al artista "en toda su trayectoria y en toda su calidad, desde los trabajos realizados con 15 años a los que terminó con 73".

A ese Fernández "mostrado en toda su intensidad" también respondió ese otro visitante que no conocía tanto al pintor ovetense y que en este primer fin de semana quedó especialmente deslumbrado por las famosas series realizadas entre 1950 y 1973. Son los cráneos, las palomas, los vasos o las rosas, muy bien representados en número y en claridad expositiva en la exposición del Museo de Bellas Artes. "El montaje es muy fluido", relató Alfonso Palacio, "y te permite ir descubriendo a un artista de una singularidad y originalidad sin parangón en el panorama artístico europeo, que cuando todo era abstracción e informalismo empieza a recorrer un camino a la contra, adentrándose en una figuración de realismo trascendental". Es esa característica, insistía ayer el director de la pinacoteca asturiana, lo que ha llamado más la atención de ese público, contagiado de esa sensación de "epifanía", "de mirada alucinada sobre los objetos, de motivos con una intensidad única que obligan al espectador a reflexionar sobre esa rosa, esa calavera o ese paisaje de mar"

El museo retomará mañana su programación tras el descanso del lunes y mantendrá un programa de visitas guiadas que se completará con otro de conferencias y con introducciones específicas, al tratarse de una muestra tan amplia, a algunas de las etapas específicas de su obra.

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