Rivas: "No somos quién para quitar o dar dignidad, pero sí para reconocerla"

"La sonrisa es nuestra presentación al mundo", señala el director de la Fundación Vinjoy, que reúne sus aforismos en el libro "Una gota de rocío"

Por la izquierda, Pedro Laguna, Katia García, Estefanía Fernández, Rocío González y Adolfo Rivas.

Por la izquierda, Pedro Laguna, Katia García, Estefanía Fernández, Rocío González y Adolfo Rivas. / Fernando Rodríguez

M. J. I.

«Por imaginar que llueve no se arreglará la tierra». Así reza uno de los aforismos de «Una gota de rocío», el libro con el que Adolfo Rivas, director de la Fundación Padre Vinjoy, sella su compromiso con la solidaridad y el cariño a los demás. Así lo reflejó ayer en el Club Prensa Asturiana, desbordado de alegría con una nutrida representación de la gran familia que conforma la Fundación y con Katia García, Rocío González y Estefanía Fernández, miembros del Centro de Apoyo a la Integración (CAI) de la Fundación, que han realizado las ilustraciones del libro inspiradas por la obra de artistas como Picasso o Kandinski. Las tres reconocieron que el Centro les cambió la vida. «Además nos hemos hecho inseparables y también salimos a tomar algo y a reírnos», señalaron las jóvenes. 

«No somos nadie para quitar o dar dignidad a nadie pero sí para reconocerla, y nos gustaría que ese reconocimiento se llevase a cabo por parte de toda la sociedad», afirmó Adolfo Rivas, que también destacó el poder de la sonrisa en la labor diaria que realiza la Fundación con más de 1.700 personas con discapacidad intelectual y problemáticas diversas y complejas: «La sonrisa es la forma de enfrentarse al mundo, nosotros le sonreímos», aseguró Rivas, que ha tomado como referencia el arte para desarrollar un innovador programa. El éxito del libro ha sido tal que en cuestión de días ya va por la segunda edición, como destacó el periodista Pedro Laguna, encargado de presentar el acto. «Mucha gente lucha a diario sin que los demás lo sepan». La frase preside una de las paredes del CAI y Rivas la puso de relieve.

En primer término, Rocío González y Adolfo Rivas, durante la firma de libros posterior a la charla en el Club Prensa Asturiana. | Fernando Rodríguez

En primer término, Rocío González y Adolfo Rivas, durante la firma de libros posterior a la charla en el Club Prensa Asturiana. / Fernando Rodríguez

«La gente está empezando a conocer la lucha de las personas con discapacidad intelectual y psicosocial que acuden al centro», recalcó. «Empecé escribiendo parábolas, pero cambié de idea para que fuese más fresco;_queríamos mostrarle al mundo nuestro modelo. Los quiero mucho», agregó.

Ese cariño queda de relieve en el trato cercano y afable que Rivas dispensa a los usuarios del CAI. «No tenemos cuidadores, todos cuidamos de todos; eso sí, todo el mundo viene a trabajar», remarcó el autor. El acto finalizó con una nutrida firma de libros a cargo de Rivas y de sus compañeras de aventura literaria.