Estas son las condiciones que deberá cumplir el anteproyecto (adjudicado ayer) para reformar la plaza de toros de Oviedo

En el año 2008 la plaza de toros de Buenavista cerró sus puertas definitivamente, amenazada por la ruina de un edificio de 1889 que acumulaba varias reformas y era incapaz ya de responder a las necesidades de los espectáculos públicos. Han pasado 15 años y varios intentos de recuperar el coso como recinto multiusos hasta la adjudicación, ayer en la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Oviedo, al estudio de arquitectura de Jesús Álvarez Arango de un anteproyecto que promete ser el paso definitivo para lograr ese renacer del recinto.

Álvarez Arango tendrá ahora que dar forma a un proyecto que persigue lo que durante estos 15 años han intentado gobiernos anteriores: que la plaza acoja espectáculos de todo tipo (multiusos), con un aforo suficiente (más de 5.000 espectadores) y adaptado a todo tipo de circunstancias (cubierta retráctil).

El problema con el que tendrá que lidiar el estudio de arquitectura es también el mismo que ha hecho fracasar los intentos anteriores de reformar el coso, incluido el ambicioso plan director que el gobierno de Agustín Iglesias Caunedo encargó al arquitecto Nacho Ruiz Allén, y que tienen que ver con la conservación del patrimonio y las pegas que pone el Principado en este sentido. La nueva adjudicación ha sido un proceso complicado en el que varias de las empresas que concurrían fueron cayendo por diversos motivos. Ahora, Álvarez Arango tendrá que ver qué fórmula sirve para llegar hasta los 5.000 espectadores sin tocar el graderío original ni modificar los accesos principales, como en su día ya señaló la Permanente de Patrimonio. El órgano dependiente de la Consejería de Cultura ya se ha pronunciado varias veces sobre este edificio que cuenta con declaración de bien de interés cultural, y ha señalado, en sus últimos informes, que la intervención tiene que pasar por el respeto al diseño de Juan Miguel de la Guardia y no por tratar de adecuar la plaza al aforo que se pretende.

El responsable del área de Infraestructuras y Planeamiento, Nacho Cuesta, admitió ayer que para llegar a encargar este anteproyecto han tenido que superar "una tramitación procelosa y compleja". Satisfecho con lo horizonte de ver ahora lanzado el anteproyecto, afirma que se trata de "un proyecto de mandato que por fin empieza a ver la luz".

Cuesta explica que el gobierno local afronta esta reforma "consensuadamente con la Consejería de Cultura" y que, en ese sentido, conoce "las limitaciones que tiene el edificio". "Conjugaremos la máxima protección", señaló, "con un proyecto que sirva para convertir el edificio en un espacio multiusos para al menos 5.000 espectadores".

Aunque Álvarez Arango deberá dar con las soluciones para ganar aforo y respetar el edificio, Cuesta señala que la propia Dirección de Patrimonio ha indicado al Ayuntamiento la vía de las medidas "prestacionales", un camino que se basa en la simulación de situaciones y que ya se está llevando a cabo en Oviedo para solucionar otras reformas complejas como es la adaptación del auditorio Príncipe Felipe a la normativa contra incendios.

Nacho Cuesta confía, como ya señaló hace meses, en que las obras de rehabilitación de la plaza de toros, una vez elaborado el anteproyecto, puedan arrancar a finales del próximo año. "Con esta reforma estaremos, además, dando un gran impulso por parte del equipo de gobierno local a la recuperación del barrio del Cristo y Buenavista", concluyó.