La gran prioridad de Oviedo tras recuperar La Vega: un gran parque para proteger Santullano

El equipo de gobierno agilizará la construcción del vial dentro de la fábrica para poder generar a la entrada de la ciudad una extensa zona verde

Recreación infográfica de la nueva zona  verde frente a San Julián de los Prados

Recreación infográfica de la nueva zona verde frente a San Julián de los Prados / LNE

Chus Neira

Chus Neira

Cuando el actual equipo de gobierno del Ayuntamiento de Oviedo empezó a pensar en una alternativa al proyecto de "Bosque y Valle" para el rediseño de la entrada a Oviedo por la "Y", una de las prioridades que se puso encima de la mesa fue la protección a la iglesia prerrománica de San Julián de los Prados. Ahora, casi culminada la primera fase del nuevo bulevar de acceso a la ciudad, y con la aprobación del convenio de La Vega a la vuelta de la esquina, ese objetivo regresa a la mesa del equipo de Alfredo Canteli. El gran parque de Santullano será, explican, prioritario en el plan de La Vega.

Pese a la importancia de la arquitectura industrial de la fábrica de armas, Santullano es el único elemento del entorno con el sello de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y es, además, en especial por sus pinturas, un ejemplo de arte único en Europa occidental.

Tal y como se concibió en el planteamiento global de rediseño de todo el entorno del gobierno de Canteli, allí por donde pasa aún la caja de la autopista que irrumpió al lado del templo en 1973, se levantará todo el aglomerado y se nivelará. La nave de cañones de Sánchez del Río, el edificio frente por frente a la iglesia, no queda exactamente a la misma altura, pero en vez de la caída de metro y medio actual, habrá una suave pendiente de uno a otro lado.

Todo eso sucederá cuando se derrumben los muros de la fábrica de armas y la estructura interna de calles del recinto fabril se conecte con la trama urbana. Pero para que se pueda generar el parque es necesario desviar el tráfico por dentro de La Vega, justo por detrás de la nave de cañones de Sánchez del Río, generando una extensión del bulevar en medio de las naves.

Nacho Cuesta confía en iniciar de forma efectiva el desarrollo del proyecto dentro de este mandato

Todo ello formará parte de la segunda fase del rediseño del tramo urbano de la "Y" en Oviedo. El concejal de Planeamiento e Infraestructuras, Nacho Cuesta, recuerda que este fue un proyecto concebido "de forma integral" pero que se decidió abordar por fases "para que fuera asumible". Ahora que ya se ha ejecutado la nueva rotonda de la Cruz Roja, la previsión es que el tráfico regrese a los cauces habituales cuando se haya finalizado la nueva glorieta de Santullano. Pero la configuración de ese nuevo espacio de entrada a Oviedo no quedará finalizado hasta que no se aborde la segunda fase: la sustitución del tramo de colector que falta, la reurbanización del margen izquierdo y la ejecución del gran parque de Santullano, que al incorporar los terrenos por donde hoy pasan los coches, casi duplicará su zona verde, pasando de 35.000 metros cuadrados a unos 60.000.

Precisamente el diseño de la nueva glorieta de la Cruz Roja, matiza Cuesta, está pensado para que encaje con el proyecto que llegará más tarde, el que desvía el tráfico por dentro de la fábrica y genera una nueva gran zona verde entre Santullano y la nave de cañones.

"Esa es nuestra apuesta, salvaguardar definitivamente la iglesia, no solo desplazar unos metros la carretera y pegarla al muro", explica el concejal. El vial no afectará a ninguna edificación importante, pero hará falta que se apruebe el convenio y se modifiquen los planes urbanísticos. Una tramitación larga que Nacho Cuesta confía en poder agilizar y empezar a poner en marcha dentro de este mandato, antes de 2027.

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