El hombre que cayó de un cuarto en Oviedo cuando huía de la Policía por un posible caso de violencia de género podría recibir el alta hoy mismo

El varón, de 37 años y nacionalidad paraguaya, tiene el peroné roto y un golpe en la cabeza, pero su vida no corre peligro

El patio de luces por el que se precipitó el herido, con uno de los tendales que amortiguaron su caída destrozado y un charco de sangre todavía en el suelo.

El patio de luces por el que se precipitó el herido, con uno de los tendales que amortiguaron su caída destrozado y un charco de sangre todavía en el suelo. / L. B.

"¡No me pegues! ¡No me vas a matar!". Gritos como estos, con voz femenina, despertaron a numerosos vecinos de la calle Ricardo Montes, en el barrio de Ciudad Naranco a primera hora de la mañana del sábado. La algarabía terminó con la Policía Local, que cuando llegó al lugar se encontró con una mujer que había huido en taxi de su supuesto agresor, mientras este emprendía su huida escaleras arriba hacia el cuarto piso donde vivía con un compañero. Al ver que los agentes le seguían la pista, lejos de entregarse, el varón, de 37 años, trató de descolgarse por la ventana que da a un patio interior y se precipitó al vacío. Dos tendales metálicos amortiguaron su caída. Al final, previo rescate por parte de los bomberos, fue trasladado al HUCA, donde se le diagnosticó una rotura de peroné y una herida en la cabeza. No se descarta que hoy mismo reciba el alta.

El varón es bastante conocido en el vecindario. De origen paraguayo, vive desde hace dos años en el piso desde el que se precipitó junto con un amigo uruguayo al que conoció hace un lustro. Trabaja para una empresa del sector de la construcción y a diferencia de su compañero de residencia, es un asiduo de la noche ovetense. "Ayer estuve con él y estaba normal, aunque luego él salió y yo me quedé en casa. Claro, yo tengo 55 años, ya no estoy para ir de joda –de fiesta– como él", comentó a LA NUEVA ESPAÑA el compañero del hombre herido, todavía conmocionado por lo sucedido.

La investigación permite descubrir y detener a otro vecino del bloque que estaba en busca y captura

La Policía Local recibió el aviso a las 7.15 horas, aunque los vecinos afirman que los gritos en la calle comenzaron más de media hora antes. Las primeras investigaciones apuntan a que el hombre y la mujer supuestamente agredida no son pareja y habían pasado la noche de fiesta juntos antes de que se desplazaran a la puerta del número 46 de la calle Ricardo Montes, donde habrían tenido lugar los hechos denunciados.

Se investiga si el precipitado había intentado acceder por la ventana al piso de debajo de su vivienda, donde al parecer reside un conocido. Curiosamente, las indagaciones de la Policía Nacional terminaron con la detención de uno de los ocupantes de dicha vivienda. Los efectivos policiales descubrieron que uno de ellos contaba con una requisitoria de un juzgado cuando procedieron a identificarlos en el marco de la investigación de lo sucedido.

La supuesta víctima también fue localizada posteriormente y en su declaración afirmó, según fuentes próximas a la investigación, que el varón se había puesto violento después de pasar la noche bebiendo. 

En lo que respecta al herido, el papel de los bomberos fue indispensable para rescatarlo. Estos accedieron al patio de luces desde uno de los pisos bajos, lo inmovilizaron y lo llevaron en camilla hasta la UVI Móvil para su posterior traslado al HUCA, dejando un gran charco de sangre en el patio y un rastro de gotas rojas en el portal.

Aunque en un primer momento el pronóstico fue grave, las pruebas posteriores confirmaron que el hombre estaba fuera de peligro. El golpe en la cabeza no provocó ningún daño interno de consideración y la lesión más grave fue una rotura de peroné. La previsión es que hoy reciba el alta.

El principal protagonista de los hechos no ha sido detenido y todo apunta a que será llamado a declarar cuando reciba el alta en el marco de las diligencias abiertas por lo ocurrido. La supuesta víctima no ha denunciado y el hecho de que no sean parejas podría descartar la existencia de un delito de violencia de género.