Un cuento sobre la diversidad y la alegría

La pedagoga Marta Pastur debuta en la literatura infantil con un libro inspirado en su hermana Victoria, con síndrome de Down

Marta Pastur posa con su libro "Victoria sin cuerno", con la Catedral de Oviedo al fondo.

Marta Pastur posa con su libro "Victoria sin cuerno", con la Catedral de Oviedo al fondo. / LNE

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

La pedagoga Marta Pastur, ovetense, de 27 años, se mudó a Copenhague en 2018 y emprendió una aventura vital y empresarial que aún no ha acabado. Se fue a hacer prácticas, luego dio clases particulares a hijos de familias españolas; su proyecto siguió creciendo y abrió una academia, "Pollitos", en la que más de un centenar de niños se forman en la lengua de sus padres, manteniendo el vínculo con la cultura española. Durante toda esa epopeya, además de su entusiasmo y su arrojo, la ha acompañado la literatura. Marta Pastur escribe desde niña, alentada sobre todo por su abuelo, y lo ha seguido haciendo en Dinamarca. El resultado de esa segunda vocación es "Victoria sin cuerno", un relato para el público infantil inspirado y dedicado a su hermana Victoria, que tiene síndrome de Down. Es un libro, explica Pastur, que habla de afrontar la discapacidad "con una mirada feliz" y en el que la protagonista, una rinoceronte que no tiene cuerno, "es un personaje fuerte y valorado".

Estos días Marta Pastur está de presentación por Asturias: hoy, a las 18.00 horas, en a librería Cervantes de Oviedo, y mañana, a las 12.00, en La Buena Letra de Gijón. También lo dará a conocer en Dinamarca, el 21 de abril en la Casa Latinoamericana en Dinamarca y e 1 de junio en la Feria del Libro en Español de Malmö.

Editado por UveBooks e ilustrado por la malagueña María Navarro Sánchez, "Victoria sin cuerno" nace como un pequeño gesto de rebeldía de su autora. "Vi que en los cuentos que trataban de un personaje diferente al resto éste aparecía triste y estaba excluido del grupo", refiere Marta Pastur.

"Victoria sin cuerno" está escrito con un propósito pedagógico y se acompaña con un pliego con actividades para comentar y profundizar en su lectura, que se pueden realizar en la escuela o en familia. María Pastur lo recomienda para niños a partir de 4 años y hasta los primeros cursos de Primaria.

En su experiencia como educadora ha observado que los niños "cuando son pequeños acogen mejor la discapacidad, la normalizan". Ella tiene muy buena opinión de cómo se gestiona en el sistema educativo español. "España lo está haciendo muy bien, Dinamarca necesita reflexionar un poco sobre ello", dice, y cuenta que en el país donde se ha asentado "no se hace una inclusión real", los niños con discapacidad asisten a centros especiales y se ha optado por la segregación. Comenta que eso dificulta que los chavales normalicen la convivencia con los niños que tienen alguna discapacidad, algo que se aprecia especialmente cuando se van haciendo mayores.

Marta Pastur cuenta que su hermana Victoria sabe que es la protagonista de su primer libro, que probablemente no será el último porque tiene algunas reflexiones sobre la infancia que ya está pensando en publicar. "Ella dice", comenta la joven escritora refiriéndose a su hermana, "que es su cuento y está emocionada con la presentación, se lo ha contado a todos".