La emotiva carta de los excompañeros del hospital de Silicosis del hombre decapitado por su hijo: "Miguel era un gran ejemplo humano"

Los amigos que trabajaron con el fallecido celebran una misa en su honor en la capilla del HUCA: "Aún no nos lo explicamos"

Los amigos y compañeros del hospital de Silicosis le dedicaron ayer un emotivo escrito de despedida a Miguel Ángel Muñiz durante la misa que se celebró en el HUCA. El encargado de leerlo fue Alfredo Alonso, que conocía al fallecido desde hace 35 años y salía con él a la montaña, una de las pasiones del hombre que murió a manos de su hijo. "Lo mejor que se puede decir de un compañero de trabajo es que era querido por todos y Miguel lo era", comenzó diciendo. "Mucho hemos llorado juntos sus compañeros de Silicosis. Miguel era muy querido y admirado por todos. Era admirado por su bondad, por su responsabilidad, por su inteligencia y por su cultura, por su serenidad y equilibrio, por su generosidad y su discreción. Era un gran ejemplo humano", continuó sin poder contener la emoción. "Queremos decirle a sus familiares que tienen que estar orgullosos de haber tenido el padre, el hermano y el compañero que han tenido".

La gran asistencia a la misa que se celebró en la capilla del HUCA pone de manifiesto el cariño que ganó Miguel Ángel Muñiz entre sus compañeros del hospital de Silicosis. "Era una persona muy humana y muy servicial. Todo lo que podía hacer por nosotros lo hacía sin pensarlo. Era muy buen amigo", asegura Balbi López. El electricista Antonio Pascual, que estuvo trabajando en Silicosis durante 45 años, se expresa en la misma línea. "Era un buen paisano en todos los sentidos, creo que eso lo explica todo. No hay más que ver la cantidad de gente que ha venido para saber que todo el mundo lo quería", dice el hombre. Francisco Menéndez también apreciaba mucho al hombre al que su hijo le cortó la cabeza con un hacha la noche del pasado 8 de abril. "Era un gran compañero. Todo esto que ha ocurrido es inexplicable. Es difícil de digerir", señala.

El encargado de oficiar la misa fue el párroco de Trubia, José Manuel García, que también conocía a Miguel Ángel Muñiz de su etapa como celador en Silicosis. El sacerdote aplaudió durante su homilía la postura de los familiares y las palabras de Joaquín Muñiz, "que llama al perdón y a la compasión en un momento en el que otros buscan culpables y todo lo truculento". José Manuel García deseó "consuelo y esperanza" a la familia Muñiz y recordó "el espíritu compasivo y la alegría" de Miguel Ángel antes de dar por terminada una emotiva ceremonia.