Ingresa en la cárcel de Asturias el hombre que decapitó a su padre cerca de Oviedo tras recibir el alta en el HUCA

Pablo Múñiz, de 46 años, podría ser trasladado próximamente a otro centro penitenciario del país con módulo de Psiquiatría

Las instalaciones de la cárcel de Asturias.

Las instalaciones de la cárcel de Asturias.

Justo el día en el que se cumplen dos semanas del macabro parricidio de El Picón, en Ribera de Arriba, Pablo Muñiz, el hombre de 46 años que decapitó a su padre y posteriormente jugó con su cabeza y atacó a varios conductores en Soto de Ribera, ha sido trasladado a la cárcel de Asturias. El sospechoso recibió este mediodía el alta hospitalaria después de dos semanas en las que permaneció ingresado bajo custodia de la Guardia Civil, la cual se ha encargado de trasladarlo al centro penitenciario. El juzgado de instrucción número 3, previa petición de la Fiscalía, había decretado su ingreso en prisión el pasado 11 de abril.

El hombre permanecerá ahora en la Enfermería de la cárcel de asturiana, a la espera de ser trasladado a alguna de las dos cárceles españolas que tienen un módulo hospitalario especializado en salud mental: Fontcalent (Alicante) y Sevilla II. Eso también dependerá de lo que ocurra a lo largo del proceso judicial y, en buena medida, de los informes médicos. "Es que hasta se puede llegar a pelear una eximente completa (ausencia de responsabilidad penal)", aseguró un conocido penalista de Oviedo a este periódico.

Fuentes cercanas al caso señalan que el detenido sufrió un ataque psicótico agudo que lo llevó a cometer semejante atrocidad. Los médicos vinculan esa psicosis a la existencia de una enfermedad mental como la esquizofrenia. La necesidad de estabilizarle y realizarle más pruebas para afinar su diagnóstico clínico obligaron a mantener ingresado a Muñiz durante dos semanas, a pesar del auto judicial que decretaba su traslado a prisión ante un claro riesgo de "reiteración delictiva".

El detenido declaró ante una comitiva judicial el 11 de abril, una vez que parecía estabilizado. Justo un día antes, agentes de la Guardia Civil trataron de tomarle testimonio sin éxito. "Os voy a matar a todos", gritó a los agentes. Ante la jueza, mucho más calmado, aunque atado de pies y manos, reconoció haber decapitado a su padre sin mostrar ningún signo de arrepentimiento. "Tenía que haberlo hecho antes", sostuvo ante la magistrada, minutos antes de reafirmar esas palabras ante personal sanitario y de la benemérita. "Corté por lo sano", puntualizó.

A pesar de estas declaraciones, Joaquín Muñiz, hermano de la víctima (Miguel Muñiz), ha pedido en varias ocasiones compasión para su sobrino. "No pedimos cárcel, solo que lo curen", declaró durante una misa dedicada al fallecido, excelador del viejo HUCA en la capilla del centro sanitario de La Cadellada, el pasado jueves.