Los planes del Ayuntamiento de Oviedo para revitalizar la plaza de Longoria Carbajal: ¿quitar la fuente reconvertida en jardín?

El Consistorio quiere eliminar ya, dentro de una nueva batería de obras, la gran estructura construida en 1994

Recreación infográfica realizada por LA NUEVA ESPAÑA inspirada en los planes, a largo plazo, que tiene el Ayuntamiento.

Recreación infográfica realizada por LA NUEVA ESPAÑA inspirada en los planes, a largo plazo, que tiene el Ayuntamiento. / Chus Neira

Chus Neira

Chus Neira

En 1994, cuando Eduardo Úrculo acarició la idea, nunca llevada a cabo, de diseñar un gran mosaico para la reforma de la plaza de Longoria Carbajal, que entonces se estaba proyectando con la incorporación de una enorme fuente, el artista reclamaba un giro para aquel lugar de Oviedo: "Es un basurero, un lugar muerto, gris, opaco, sin ningún interés. Desde que desapareció el Real Cinema, la plaza Longoria Carbajal tan sólo es una parada de taxis". Treinta años más tarde, y con la fuente convertida desde hace 13 años en un jardín, el Ayuntamiento hace una reflexión en una dirección similar. La zona, explican, no tiene todo el dinamismo que debería. Por eso han comenzado a diseñar un plan de revitalización que comenzará ahora con la supresión de la gran fuente convertida en jardín.

Estado actual de la plaza, con la fuente convertida en jardín. | Irma Collín

Estado actual de la plaza, con la fuente convertida en jardín. | Irma Collín / Chus Neira

El concejal de Infraestructuras, Nacho Cuesta, explica que la retirada de la fuente es solo una más de las varias obras que su área va a llevar a cabo dentro de un nuevo plan de choque, pero admite que en lo que se refiere a la plaza y a su entorno forma parte de un proyecto a más largo plazo que busca revitalizar la zona e impulsar ese eje comercial vinculado al centro de la ciudad.

El proyecto pasa, en un primer momento, por retirar lo que hoy en día incluye mucha zona verde, aunque incorporada de forma algo improvisada en un equipamiento diseñado con otro fin. Su retirada dejará, en primer lugar, una gran plaza dura, pero el Ayuntamiento no quiere quedarse ahí. Nacho Cuesta baraja varias opciones y explica que de cara al próximo año se valora la posibilidad de establecer allí algún elemento que aporte dinamismo al barrio, como un aguaducho similar al del Campo San Francisco o Pedro Masaveu. La recuperación de la zona pasaría, así, por la posibilidad de organizar en ese espacio actividades al aire libre que atraigan público y mejoren el eje comercial en todo el área.

Dos detalles del «aspersor» en que se convertía la fuente los días de viento para desesperación de viandantes y de la quiosquera alojada en su parte de atrás. | LNE

Detalle del "aspersor" en que se convertía la fuente los días de viento para desesperación de viandantes. / LNE

Esta nueva transformación de la plaza pondrá fin a una de las obras más cuestionadas de los años del gobierno de Gabino de Lorenzo, un alcalde, como el propio José Longoria Carbajal, con récord de permanencia en el puesto. El político moscón, a finales del XIX, lo fue durante 15 años y durante su mandato se abrió lo que primer fue solo una travesía entre las calles Covadonga y Caveda, ya bautizada con su nombre. En esa pasaje hubo actividad de espectáculos: teatro cómico Cádiz, Popular Cinema, Gran Cinema y en los años 50, cuando las demoliciones de varios edificios permitieron abrir la plaza, ya el Real Cinema, que acabaría mudándose, a mediados de los setenta, a Nueve de Mayo.

Las denuncias por ruido obligaron a cerrar la fuente en el año 2011

Las la inauguración de la fuente, con el entonces Príncipe Felipe, el escultor Santiago de Santiago.por ruido obligaron a cerrar la fuente en el año 2011 / LNE

La transformación ideada por Gabino de Lorenzo (que incluyó el parking subterráneo) vino acompañada de múltiples problemas que parecían anunciarse ya en su inauguración el 25 de noviembre de 1994, con presencia del Príncipe Felipe, después de 9 meses de obras y con una inversión de 175 millones de pesetas (1,05 millones de euros). Ese día la parte trasera no estaba rematada y se ocultó a la visita real. Al día siguiente se interrumpió el funcionamiento de la fuente para terminar las obras. Después, durante muchos años, la fuente se convirtió en aspersor los días de viento, mojando a vecinos y obligando a la quiosquera del local pegado a la trasera de la propia estructura a proteger con plásticos los periódicos. Un matrimonio acabó denunciando al Ayuntamiento por los ruidos de los motores y ganó el juicio. La fuente había dejado de funcionar por la noche, y en ese momento se habló de insonorizar la sala de máquinas. Después De Lorenzo anunció que la llevaría al Conceyín y, finalmente, optó por la sencilla receta de instalar jardineras y convertir la inmensa fuente cuadrada en zona verde. Así sigue desde 2011.