Las máquinas empiezan a demoler la nave de Almacenes Industriales incendiada en febrero

"Habrá un antes y un después para Ciudad Naranco". Así de rotundo se mostró este lunes el concejal de Seguridad Ciudadana, José Ramón Prado, al referirse a los planes municipales de regeneración de una zona degradada donde las máquinas comenzaron ayer mismo a derribar una nave abandonada que resultó calcinada por un incendio el pasado febrero.

La demolición responde a una insistente demanda vecinal de terminar con lo que consideran un foco de conflictividad en el barrio. Los trabajos, acordados por el Ayuntamiento y la propiedad, se desarrollarán de forma rápida, pues, según indicó Prado, la construcción estará reducida a escombro a finales de esta semana, con vistas a rematar los trabajos a lo largo de la siguiente. "Se prevé que la demolición esté lista el viernes. Para entonces ya no se verá nada y los días siguientes se procederá a un vallado perimetral", desgranó durante una visita a la zona en la que estuvo acompañado por personal de la propiedad del inmueble y de la empresa encargada de hacerlo desaparecer.

Estos trabajos se presentan como una primera avanzadilla hacia el fin último municipal de facilitar el desarrollo de una promoción de viviendas en la zona degradada. Los dueños mayoritarios de los terrenos tienen un acuerdo con el Ayuntamiento para que este acometa las modificaciones urbanísticas necesarias para hacer posible la construcción de tres bloques con 120 viviendas.

Prado reconoce que todavía no se pueden dar plazos para que este proyecto sea realidad, pero afirma estar trabajando de manera constante para conseguir este importante avance para Ciudad Naranco. "Cuando se consiga acercará el barrio al centro de la ciudad", afirmó, añadiendo que se está valorando la propuesta de los vecinos de crear una pasarela para mejorar la conexión peatonal de Almacenes Industriales con el centro del casco urbano. "Sería algo estupendo, pero hay que valorarlo técnicamente", añadió.

Desde el equipo de gobierno municipal explican que las negociaciones para conseguir medidas como el derribo iniciado ayer "son difíciles y complicadas", aunque muestran su disposición a seguir hablando con propietarios para erradicar del barrio las naves abandonadas en las que la okupación, los incendios y el trapicheo con drogas son una constante. "Que la gente sepa que no estamos de brazos cruzados y seguiremos trabajando en esa misma línea", proclamó el concejal de Seguridad Ciudadana, visiblemente satisfecho por poder cumplir con el derribo anunciado a los vecinos.

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